¡Qué tal, compas! Mientras unos corren detrás de "Rayo Negro" y otros se la juegan en la mesa de snooker, yo vengo a tirarles una curva desde otro ángulo. Las carreras y el paño verde tienen su encanto, no lo niego, pero ¿han volteado a ver el mercado de transferencias en el voleibol? Ahí es donde se cuecen habas y se pueden sacar billetes si le entran con cabeza.
Este fin de semana, mientras todos están pegados a los caballos o a las bolas de snooker, yo estoy analizando los movimientos que se vienen en la Superliga brasileña de voley. Se rumora que Wallace de Souza podría cambiar de equipo después de la temporada, y las casas de apuestas ya están moviendo fichas. Si se va al Sada Cruzeiro, las cuotas para que ganen el título el próximo año se van a ir al suelo, pero si se queda en Taubaté, ahí hay chance de meterle a que repiten campeonato. Otro que está en el radar es Yoandy Leal. Dicen que podría volver a Europa, y si ficha por un equipo como el Lube italiano, las apuestas a que dominan la Champions League van a estar jugosas.
La clave está en leer los rumores, pero no tragarse todo. Hay que checar las entrevistas de los jugadores, lo que dicen los entrenadores y hasta los reportes de lesiones. Por ejemplo, si Wallace está negociando, su rendimiento en los últimos juegos de la temporada puede dar pistas. Yo me la juego por meter algo de lana en que Taubaté se queda con él y sigue siendo el equipo a vencer. Pero si quieren ir por algo más arriesgado, busquen las cuotas de Leal yendo a un equipo polaco como el Zaksa. Ahí el riesgo es alto, pero la ganancia puede ser una locura.
No digo que dejen los caballos o el snooker, pero échenle un ojo al voley y sus transferencias. Es como jugar al póker: hay que saber cuándo apostar y cuándo pasar. Si le entran sin analizar, van a terminar como esos que juran que "Rayo Negro" nunca pierde. ¡Piénsenle, analicen y a meterle con inteligencia, que la plata no crece en los árboles!