¿Qué tal, camaradas del riesgo? La verdad, leer lo del ovoide que no rueda a nuestro favor me pega en el alma, porque así estamos todos lately. Eso de los Chiefs y los Ravens tiene su miga, y no te falta razón: cuando el balón no gira como queremos, parece que hasta el césped conspira en contra. Las líneas apretadas siempre son un dolor de cabeza, pero vamos a meterle cabeza a esto desde el riesgo.
Si Baltimore quiere cubrir el spread, no basta con que la defensa presione a Mahomes; necesitan que ese hombre pierda el ritmo desde el snap uno. Los Ravens tienen esa vibra de equipo hambriento que puede aprovechar cualquier titubeo, pero ojo, los Chiefs no son de los que se caen fácil, aunque estén tambaleándose. Mahomes tiene ese don de sacar yardas de la nada, así que la clave está en cuánto riesgo asume Baltimore con su presión. Si van muy agresivos y no lo contienen, se exponen a que les cuelen un pase largo y adiós spread.
Desde el lado del manejo de riesgos, yo diría que aquí no te la juegues toda al instinto. Las líneas están tan pegadas que esto huele a partido de sudor y lágrimas, de esos que se definen por un field goal en el último segundo. Si vas a meterle, divide la apuesta: un cachito a que los Ravens cubren si la defensa hace el trabajo sucio, y otro cachito a un under en el total de puntos, porque estos dos pueden terminar en una guerra de trincheras. Así, si el ovoide nos traiciona otra vez, al menos no te vas con los bolsillos vacíos y el orgullo en el césped. ¿Qué opinan, le seguimos dando vueltas al balón o ya nos rendimos a la mala racha?