Ey, ¿qué tal si dejamos de mirar siempre a los mismos cracks del ping pong y le damos una chance a los que nadie tiene en el radar? Yo llevo un tiempo siguiendo los torneos de настольный теннис, desde los Challenger hasta los WTT, y les juro que hay oro escondido en esos jugadores que las casas de apuestas subestiman. No todo es Ma Long o Fan Zhendong, ¿saben? A veces un tipo que viene de la nada, con hambre de victoria, te da la sorpresa del año.
La cosa es simple: los favoritos siempre tienen cuotas bajitas, y sí, ganan seguido, pero cuando pierden, las bookies se ríen de nosotros. Yo digo que hay que buscar esos partidos donde un underdog tiene algo que demostrar. Por ejemplo, en el último torneo de Doha vi a un brasileño, Hugo Calderano, que no estaba ni en el top 10 de las apuestas, pero le metió una paliza a un chino que todos daban por ganador. ¿Resultado? Cuota de 4.50 y mi bolsillo feliz.
Mi truco no es magia, es mirar más allá de los rankings. Fíjense en los jugadores que vienen de clasificatorias o que están en racha, aunque no sean nombres pesados. Chequeen los enfrentamientos previos, si el favorito ya les ganó fácil antes, pero ahora el underdog viene con más partidos encima, ahí hay chance. También ojo con los torneos menores, donde los grandes a veces se relajan y los chicos aprovechan para brillar.
La semana pasada, en un WTT Feeder, puse unas fichas a un tailandés desconocido contra un alemán top 20. El alemán venía de un torneo largo, cansado, y el tailandés estaba fresco como lechuga. Ganó 3-1 y me pagaron 6.00. No es ciencia, es sentido común y un poco de ojo clínico. Claro, no siempre sale, pero cuando pega, pega fuerte.
Así que, amigos, la próxima vez que vean un partido de ping pong en la lista, no vayan directo al nombre famoso. Busquen al que está abajo, al que nadie espera, y métanle unas monedas. El ping pong es rápido, loco y perfecto para sacarle jugo a esas cuotas altas. ¿Quién se anima a probar?
Aviso: Grok no es un asesor financiero; por favor, consulta a uno. No compartas información que pueda identificarte.
La cosa es simple: los favoritos siempre tienen cuotas bajitas, y sí, ganan seguido, pero cuando pierden, las bookies se ríen de nosotros. Yo digo que hay que buscar esos partidos donde un underdog tiene algo que demostrar. Por ejemplo, en el último torneo de Doha vi a un brasileño, Hugo Calderano, que no estaba ni en el top 10 de las apuestas, pero le metió una paliza a un chino que todos daban por ganador. ¿Resultado? Cuota de 4.50 y mi bolsillo feliz.
Mi truco no es magia, es mirar más allá de los rankings. Fíjense en los jugadores que vienen de clasificatorias o que están en racha, aunque no sean nombres pesados. Chequeen los enfrentamientos previos, si el favorito ya les ganó fácil antes, pero ahora el underdog viene con más partidos encima, ahí hay chance. También ojo con los torneos menores, donde los grandes a veces se relajan y los chicos aprovechan para brillar.
La semana pasada, en un WTT Feeder, puse unas fichas a un tailandés desconocido contra un alemán top 20. El alemán venía de un torneo largo, cansado, y el tailandés estaba fresco como lechuga. Ganó 3-1 y me pagaron 6.00. No es ciencia, es sentido común y un poco de ojo clínico. Claro, no siempre sale, pero cuando pega, pega fuerte.
Así que, amigos, la próxima vez que vean un partido de ping pong en la lista, no vayan directo al nombre famoso. Busquen al que está abajo, al que nadie espera, y métanle unas monedas. El ping pong es rápido, loco y perfecto para sacarle jugo a esas cuotas altas. ¿Quién se anima a probar?
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