Oye, ¿alguna vez han sentido que la plata se les esfuma en las apuestas como si nada? Yo pasé por eso, créanme, y aprendí a golpes cómo no terminar con los bolsillos vacíos. Mi truco no es ninguna ciencia rara, pero sí requiere disciplina. Primero, nunca apuesto más del 5% de lo que tengo en el banco, aunque la tentación de ir all-in con una "segura" siempre está ahí. Divido mi plata en partes: un 70% para apuestas normales, un 20% para esos días que me siento inspirado y un 10% que no toco pase lo que pase. Así, si pierdo, no me quedo en cero y siempre tengo chance de seguir jugando otro día. También anoto todo, cada peso que entra y sale, porque si no, uno se engaña pensando que "no está tan mal". Esto me ha salvado de quebrar más de una vez, sobre todo cuando las cosas no salen como quiero. ¿Y ustedes? ¿Cómo hacen para no dejar la vida en la mesa?