Qué tal, compañeros de apuestas. Llevo un tiempo probando eso del "flat betting", ya saben, apostar siempre lo mismo, sin subir ni bajar, esperando que la disciplina me saque adelante. Al principio parecía buena idea, todo controlado, como si el casino no pudiera conmigo. Elegí un monto fijo, digamos 5% de mi banca, y me lancé a las tragamonedas y alguna que otra mesa de blackjack. Los primeros días hasta me sentí un genio, con pequeñas ganancias que me hacían creer que iba por buen camino.
Pero la cosa cambió. La suerte, esa vieja traicionera, empezó a desvanecerse poco a poco. Las tragamonedas se volvieron frías, las cartas en el blackjack parecían burlarse de mí. No es que perdiera todo de golpe, no, eso sería más fácil de aceptar. Es ese desgaste lento, como si el casino me estuviera drenando gota a gota. La estrategia seguía intacta, el monto fijo no cambiaba, pero los resultados... esos sí que se fueron apagando.
A veces pienso si vale la pena seguir con esto del "flát". Te da una sensación de orden, sí, pero no te salva de esa melancolía cuando ves que el balance baja y baja. ¿Alguno de ustedes ha pasado por esto? ¿O soy yo el único que siente que la banca siempre termina riéndose al final?
Pero la cosa cambió. La suerte, esa vieja traicionera, empezó a desvanecerse poco a poco. Las tragamonedas se volvieron frías, las cartas en el blackjack parecían burlarse de mí. No es que perdiera todo de golpe, no, eso sería más fácil de aceptar. Es ese desgaste lento, como si el casino me estuviera drenando gota a gota. La estrategia seguía intacta, el monto fijo no cambiaba, pero los resultados... esos sí que se fueron apagando.
A veces pienso si vale la pena seguir con esto del "flát". Te da una sensación de orden, sí, pero no te salva de esa melancolía cuando ves que el balance baja y baja. ¿Alguno de ustedes ha pasado por esto? ¿O soy yo el único que siente que la banca siempre termina riéndose al final?