¡Qué tal, banda de apostadores sin rumbo! Ya me cansé de ver cómo tiran su plata apostando a lo loco en saltos de agua como si fuera lotería. Esto no es para novatos que solo quieren suerte, aquí se necesita ojo clínico y algo de seso. Les voy a soltar mis pronósticos para las próximas competencias de clavados, porque si van a meterle billete, mínimo que sea con cabeza.
Primero, pongan atención a los mexicanos, esos cabrones siempre traen fuego en los trampolines de 3 metros. Kevin Berlín está en racha, sus saltos son puro arte y casi no falla en ejecución —si lo ven en las apuestas con cuotas decentes, no lo duden, métanle todo. Luego está Osmar Olvera, otro que no se anda con juegos; su consistencia en los giros lo hace un favorito sólido para el podio. Si la cuota está arriba de 2.5, es oro puro, ¡a por ello!
De los gringos, ni se molesten con los nuevos, pero ojo con Andrew Capobianco, que cuando no se pone nervioso saca saltos de 9 fácil. Eso sí, si el día está ventoso, mejor pasen de largo, porque se desconcentra y se va al carajo. En las mujeres, Delaney Schnell tiene fuerza bruta en la plataforma de 10 metros, pero si la ven enfrentando a las chinas, ni lo piensen, esas máquinas de precisión como Quan Hongchan las barren sin pestañear.
Hablemos tácticas: no se claven solo en el ganador final, las apuestas por rondas o por puntajes específicos son donde está el dinero. Si un clavadista top arranca mal en la primera ronda, las cuotas se disparan para las siguientes —ahí es donde entran los vivos y sacan provecho. Y por amor a Dios, dejen de apostar al azar en los combos de 4 giros, que eso es para los que les sobra la lana y no les importa perderla.
Así que ya saben, dejen de andar como pollos sin cabeza y usen estos datos. Si ganan, me agradecen; si pierden, pues no digan que no les avisé. ¡A romperla, compas!

Primero, pongan atención a los mexicanos, esos cabrones siempre traen fuego en los trampolines de 3 metros. Kevin Berlín está en racha, sus saltos son puro arte y casi no falla en ejecución —si lo ven en las apuestas con cuotas decentes, no lo duden, métanle todo. Luego está Osmar Olvera, otro que no se anda con juegos; su consistencia en los giros lo hace un favorito sólido para el podio. Si la cuota está arriba de 2.5, es oro puro, ¡a por ello!
De los gringos, ni se molesten con los nuevos, pero ojo con Andrew Capobianco, que cuando no se pone nervioso saca saltos de 9 fácil. Eso sí, si el día está ventoso, mejor pasen de largo, porque se desconcentra y se va al carajo. En las mujeres, Delaney Schnell tiene fuerza bruta en la plataforma de 10 metros, pero si la ven enfrentando a las chinas, ni lo piensen, esas máquinas de precisión como Quan Hongchan las barren sin pestañear.
Hablemos tácticas: no se claven solo en el ganador final, las apuestas por rondas o por puntajes específicos son donde está el dinero. Si un clavadista top arranca mal en la primera ronda, las cuotas se disparan para las siguientes —ahí es donde entran los vivos y sacan provecho. Y por amor a Dios, dejen de apostar al azar en los combos de 4 giros, que eso es para los que les sobra la lana y no les importa perderla.
Así que ya saben, dejen de andar como pollos sin cabeza y usen estos datos. Si ganan, me agradecen; si pierden, pues no digan que no les avisé. ¡A romperla, compas!

