¡Qué mierda, muchachos! Estoy harto de ver cómo todos pierden plata apostando en lo mismo de siempre: fútbol, básquet, tenis... ¿En serio? Esas apuestas ya me tienen hasta la coronilla. Si quieren ganar de verdad, pónganse las pilas y miren algo diferente, como el cross-country. Sí, el maldito running en terrenos jodidos, donde los corredores se parten el alma subiendo colinas y esquivando barro. Acá les dejo un análisis decente para que dejen de tirar la plata a la basura.
Primero, el circuito importa más que el corredor estrella. No me vengan con que fulano es el favorito porque ganó el año pasado en un terreno plano. Si el próximo evento es en un bosque con subidas brutales o un pantano donde se hunden hasta las rodillas, ese "campeón" se va a quedar atrás comiendo polvo. Miren el perfil del terreno, revisen las altimetrías y el clima. Si llueve, los que saben manejar el lodo tienen ventaja, como los keniatas o los etíopes que corren descalzos desde niños en esas condiciones.
Segundo, no apuesten ciego por los tiempos de entrenamiento. En cross-country no hay pistas perfectas ni cronómetros exactos como en atletismo de estadio. Acá cuenta la resistencia y la cabeza. Un corredor que se quiebra mentalmente en una cuesta larga no vale nada, aunque en los trials haya volado. Busquen datos de carreras pasadas en condiciones parecidas, no se dejen engañar por estadísticas vacías.
Tercero, ojo con las sorpresas. En este deporte las casas de apuestas se duermen porque no es tan popular, y ahí es donde nosotros sacamos ventaja. El año pasado en el Nacional de Bogotá, un desconocido de 22 años, Javier Muñoz, pagó 15 a 1 porque nadie lo tenía en el radar. ¿Por qué ganó? Porque el recorrido era un infierno de humedad y piedras, y el tipo había crecido entrenando en la sierra. Los "favoritos" llegaron arrastrándose. Revisen las historias de los corredores, dónde entrenan, cómo se mueven en terrenos duros.
Por último, no sean idiotas con las cuotas. Si ven una cuota alta en un tipo que tiene experiencia en cross-country duro, métanle plata aunque no sea el nombre famoso. Las casas como Bet365 o 1xBet suben las cuotas de los underdogs en este deporte porque no entienden un carajo de cómo funciona. Aprovechen eso antes de que se den cuenta.
Dejen de apostar a lo tonto en partidos arreglados y empiecen a meterle cerebro a esto. El cross-country no es para blandos, pero si le entran con ganas, la plata empieza a caer. ¡A despertarse, coño!
Primero, el circuito importa más que el corredor estrella. No me vengan con que fulano es el favorito porque ganó el año pasado en un terreno plano. Si el próximo evento es en un bosque con subidas brutales o un pantano donde se hunden hasta las rodillas, ese "campeón" se va a quedar atrás comiendo polvo. Miren el perfil del terreno, revisen las altimetrías y el clima. Si llueve, los que saben manejar el lodo tienen ventaja, como los keniatas o los etíopes que corren descalzos desde niños en esas condiciones.
Segundo, no apuesten ciego por los tiempos de entrenamiento. En cross-country no hay pistas perfectas ni cronómetros exactos como en atletismo de estadio. Acá cuenta la resistencia y la cabeza. Un corredor que se quiebra mentalmente en una cuesta larga no vale nada, aunque en los trials haya volado. Busquen datos de carreras pasadas en condiciones parecidas, no se dejen engañar por estadísticas vacías.
Tercero, ojo con las sorpresas. En este deporte las casas de apuestas se duermen porque no es tan popular, y ahí es donde nosotros sacamos ventaja. El año pasado en el Nacional de Bogotá, un desconocido de 22 años, Javier Muñoz, pagó 15 a 1 porque nadie lo tenía en el radar. ¿Por qué ganó? Porque el recorrido era un infierno de humedad y piedras, y el tipo había crecido entrenando en la sierra. Los "favoritos" llegaron arrastrándose. Revisen las historias de los corredores, dónde entrenan, cómo se mueven en terrenos duros.
Por último, no sean idiotas con las cuotas. Si ven una cuota alta en un tipo que tiene experiencia en cross-country duro, métanle plata aunque no sea el nombre famoso. Las casas como Bet365 o 1xBet suben las cuotas de los underdogs en este deporte porque no entienden un carajo de cómo funciona. Aprovechen eso antes de que se den cuenta.
Dejen de apostar a lo tonto en partidos arreglados y empiecen a meterle cerebro a esto. El cross-country no es para blandos, pero si le entran con ganas, la plata empieza a caer. ¡A despertarse, coño!