¡Vientos a favor, amigos! Este fin de semana se vienen unas regatas espectaculares y yo ya estoy sacando cuentas para las apuestas. Primero, ojo con la Copa América de Vela que está calentando motores en Barcelona. Los equipos de Nueva Zelanda y Gran Bretaña traen embarcaciones rapidísimas, pero el clima puede jugarles en contra si el viento sube demasiado. Yo diría que el equipo kiwi tiene ventaja si las condiciones se mantienen estables, así que una apuesta a ellos no suena mal.
Luego, en el lado local, la Regata del Sol en México pinta para ser un caos divertido. Los vientos del Pacífico suelen ser impredecibles y ahí es donde los underdogs pueden sorprender. El año pasado un equipo novato se llevó el podio porque supieron leer las corrientes mejor que nadie. Mi táctica acá es ir por un equipo pequeño pero con experiencia en aguas complicadas, tipo los de Yucatán que siempre dan pelea.
Y para los que buscan algo más internacional, la Sydney-Hobart está a la vuelta de la esquina y los aussies siempre son un hueso duro de roer. Pero cuidado con los barcos europeos que llegan con tecnología nueva, porque podrían dar la campanada. Yo voy a meterle unas fichas a un equipo francés que lleva meses entrenando en simuladores de viento fuerte.
La clave en estas apuestas es mirar más allá de los favoritos: analiza el diseño de los barcos, el historial de los capitanes y, sobre todo, el pronóstico del tiempo. Si le atinas a una sorpresa, te puedes llevar un buen botín. ¿Quién se anima a navegar conmigo este finde? ¡A ver si le sacamos jugo a estas olas!
Luego, en el lado local, la Regata del Sol en México pinta para ser un caos divertido. Los vientos del Pacífico suelen ser impredecibles y ahí es donde los underdogs pueden sorprender. El año pasado un equipo novato se llevó el podio porque supieron leer las corrientes mejor que nadie. Mi táctica acá es ir por un equipo pequeño pero con experiencia en aguas complicadas, tipo los de Yucatán que siempre dan pelea.
Y para los que buscan algo más internacional, la Sydney-Hobart está a la vuelta de la esquina y los aussies siempre son un hueso duro de roer. Pero cuidado con los barcos europeos que llegan con tecnología nueva, porque podrían dar la campanada. Yo voy a meterle unas fichas a un equipo francés que lleva meses entrenando en simuladores de viento fuerte.
La clave en estas apuestas es mirar más allá de los favoritos: analiza el diseño de los barcos, el historial de los capitanes y, sobre todo, el pronóstico del tiempo. Si le atinas a una sorpresa, te puedes llevar un buen botín. ¿Quién se anima a navegar conmigo este finde? ¡A ver si le sacamos jugo a estas olas!