¡Ey, banda! Aquí va mi rollo con el sistema Labouchère, que me tiene sacando billetazos en las apuestas como si fuera un imán para el dinero. Les cuento cómo lo aplico y por qué me tiene tan enganchado. Primero, agarro un papelito y anoto una secuencia de números, digamos 1-2-3-2-1, que suma 9. Ese 9 es mi meta de ganancia, ¿me siguen? La apuesta inicial es la suma del primero y el último número, o sea, 1+1=2 unidades. Si gano, tacho esos números y sigo con los que quedan: 2-3-2. Si pierdo, sumo esa apuesta perdida al final de la secuencia y ajusto el tiro.
Ayer, por ejemplo, me metí con un partido de fútbol, aposté 2 unidades a que el equipo local metía más de 1.5 goles. Gané, así que taché el 1 y el 1, y fui por 2+2=4 unidades en el siguiente. La cosa es que este sistema te da control, no estás tirando el dinero como loco. Claro, no es magia, si te pegas una racha perdedora larga, la secuencia se alarga y las apuestas suben, pero ahí entra el análisis. Yo miro estadísticas como loco: promedio de goles, historial de enfrentamientos, incluso si el árbitro es de los que saca tarjetas como confeti. Todo eso me da un colchón para que Labouchère funcione.
Lo chido es que puedes ajustar la secuencia según tu bolsillo. Si estás corto de lana, vas con 0.5-1-1-0.5 y no te quemas. Si estás en plan arriesgado, subes a 5-10-15 y te la juegas como hombre. En tenis lo he probado también, apostando a juegos totales en sets largos, y me ha ido de lujo. La clave está en no volverte loco y tener disciplina, porque si te dejas llevar por la emoción, te estrellas. ¿Alguno de ustedes lo ha intentado? Cuéntenme cómo les va, que yo sigo afinando este método para reventar la banca. ¡A darle, que el dinero no espera!
Ayer, por ejemplo, me metí con un partido de fútbol, aposté 2 unidades a que el equipo local metía más de 1.5 goles. Gané, así que taché el 1 y el 1, y fui por 2+2=4 unidades en el siguiente. La cosa es que este sistema te da control, no estás tirando el dinero como loco. Claro, no es magia, si te pegas una racha perdedora larga, la secuencia se alarga y las apuestas suben, pero ahí entra el análisis. Yo miro estadísticas como loco: promedio de goles, historial de enfrentamientos, incluso si el árbitro es de los que saca tarjetas como confeti. Todo eso me da un colchón para que Labouchère funcione.
Lo chido es que puedes ajustar la secuencia según tu bolsillo. Si estás corto de lana, vas con 0.5-1-1-0.5 y no te quemas. Si estás en plan arriesgado, subes a 5-10-15 y te la juegas como hombre. En tenis lo he probado también, apostando a juegos totales en sets largos, y me ha ido de lujo. La clave está en no volverte loco y tener disciplina, porque si te dejas llevar por la emoción, te estrellas. ¿Alguno de ustedes lo ha intentado? Cuéntenme cómo les va, que yo sigo afinando este método para reventar la banca. ¡A darle, que el dinero no espera!