¡A ver, compas, no me vengan con que la esgrima es puro azar!
Esto es un arte, y si le pones cabeza, las apuestas se convierten en tu duelo ganado. Yo me clavo en cada combate, miro los estilos: un esgrimista técnico como un floretista te puede dar sorpresas si el rival es puro empuje. Analizo el historial, las lesiones y hasta el maldito cansancio en torneos largos. Mi táctica es simple: no apuestes a ciegas, busca casas que den buenos datos en vivo y métete en combates de eliminatorias, ahí los favoritos suelen flaquear.
¡A meterle seso y a ganar sin rendirse!

