Qué tal, compas, ¿soy el único que siente que le tiemblan las manos con estas cuotas nocturnas o qué pasa? Anoche estaba revisando las mesas de póker en vivo, ya saben, esa hora mágica después de las 10 cuando todo se pone más interesante, y de repente vi unas líneas que no podía creer. Era un torneo chico, pero las odds estaban tan jugosas que casi se me cae el café encima del teclado. Puse unas fichas, claro, porque no soy de los que dejan pasar esas oportunidades, pero ahora estoy aquí, esperando los resultados y con los nervios de punta. No sé si es la adrenalina de apostar de noche o que realmente estas cuotas están fuera de control, pero cada vez que miro la pantalla siento que el corazón se me va a salir. ¿Alguien más anda en las mismas o soy el único loco que se mete en estas movidas a estas horas? Es como si las noches fueran un juego aparte, con sus propias reglas y sus propios sustos. A ver cómo termina esto, porque si sale bien, mañana invito unas cervezas virtuales, pero si no, pues ya me verán pidiendo consejos para recuperar la calma.