¿Alguna vez te has preguntado por qué el corazón se acelera cuando giran los dados en vivo? La ciencia dice que es la dopamina, ese químico que nos engancha al subidón del riesgo. Apostar en tiempo real activa el cerebro como pocas cosas: incertidumbre, recompensa inmediata y un toque de caos. Estudios muestran que el placer no solo está en ganar, sino en ese instante previo donde todo puede pasar. Fascinante, ¿no?