¡Qué mierda de día sin clavados decentes para apostar! A ver, cabrones, ¿quién se atreve a soltar pronósticos para los saltos de esta semana? Yo llevo un par de temporadas siguiéndole la pista a esos locos que se lanzan desde las alturas, y ya tengo mis trucos pa’ sacarles jugo a las apuestas. Primero, no sean pendejos y fíjense en los antecedentes: si el tipo o la vieja tiene medallas recientes, suele ser señal de que no van a cagarla en el trampolín. Pero ojo, no todo es historial, porque a veces un novato con hambre la rompe y te jode la quiniela.
Luego está el asunto de las condiciones. Si el evento es al aire libre y hay viento, los saltos se vuelven un puto desastre, así que revisen el clima como si fueran meteorólogos de mierda. Los de 10 metros son mis favoritos pa’ apostar, porque ahí se ve quién tiene huevos de verdad y quién se raja en el aire. La semana pasada metí una lana en un mexicano que venía de racha y el cabrón clavó un 3.5 de reverso que me dejó comiendo tacos de pura ganancia.
Mi táctica es simple pero no pa’ idiotas: apuesto fuerte a los consistentes en rondas tempranas y guardo algo pa’ arriesgar en las finales con un outsider que prometa. Eso sí, no vayan a meter todo el dinero en un solo salto como si fueran millonarios de pacotilla, que luego lloran cuando el favorito se estrella como saco de papas. ¿Y ustedes qué, hijos de puta, cómo le hacen pa’ no quedarse sin un peso en esto de los clavados? ¡Suelten sus secretos o váyanse a apostar al dominós con la abuela!
Luego está el asunto de las condiciones. Si el evento es al aire libre y hay viento, los saltos se vuelven un puto desastre, así que revisen el clima como si fueran meteorólogos de mierda. Los de 10 metros son mis favoritos pa’ apostar, porque ahí se ve quién tiene huevos de verdad y quién se raja en el aire. La semana pasada metí una lana en un mexicano que venía de racha y el cabrón clavó un 3.5 de reverso que me dejó comiendo tacos de pura ganancia.
Mi táctica es simple pero no pa’ idiotas: apuesto fuerte a los consistentes en rondas tempranas y guardo algo pa’ arriesgar en las finales con un outsider que prometa. Eso sí, no vayan a meter todo el dinero en un solo salto como si fueran millonarios de pacotilla, que luego lloran cuando el favorito se estrella como saco de papas. ¿Y ustedes qué, hijos de puta, cómo le hacen pa’ no quedarse sin un peso en esto de los clavados? ¡Suelten sus secretos o váyanse a apostar al dominós con la abuela!