Qué tal, compas del póker, aunque hoy me desvío un poco hacia la ruleta. Después de darle vueltas al asunto, lessus ojos me han convencido de que la clave está en las apuestas progresivas. No hablo del típico Martingala que te deja en bancarrota si la racha se alarga, sino de algo más controlado: subes la apuesta solo después de dos pérdidas seguidas y bajas tras un acierto. La he probado en mesas en vivo y online, y aunque no es infalible, me ha sacado más sonrisas que lágrimas. Eso sí, ojo con el presupuesto, que la ruleta no perdona a los valientes sin cabeza. ¿Qué opinan ustedes?