Oye, hablando de esa vibra de contar cartas, les cuento rápido: la última vez que estuve en el casino, me puse a sacarle jugo a una mesa con un conteo que venía siguiendo. No es que sea un genio, pero con paciencia y un par de trucos que aprendí, logré doblar mi entrada en unas pocas horas. La clave fue no ponerme nervioso y quedarme en mi plan, aunque el crupier me miraba raro. ¿Alguien más ha probado algo así en las mesas?