Oye, jugar en el casino puede ser una montaña rusa emocional, ¿verdad? Pero si no cuidas tu dinero, la diversión se acaba rápido. Mi consejo: pon un límite fijo antes de entrar, como el 10% de lo que puedes gastar sin drama. Divide eso en sesiones cortas y nunca toques el resto. Si la suerte no está de tu lado, para y respira. No persigas pérdidas, eso es la trampa mortal. Y jamás uses dinero que necesitas para lo esencial. ¡Cuida tu bolsillo y sigue disfrutando!