Qué tal, compas. Últimamente las tragamonedas me tienen caminando en círculos. Esos días grises donde giras y giras, y nada parece alinearse. No sé ustedes, pero yo soy de los que busca esas rachas largas, esas victorias que te hacen sentir que el esfuerzo vale la pena. Mi táctica siempre ha sido ir despacio, apostar con cabeza, estudiar los patrones de las máquinas. A veces funciona, a veces no. Hoy, por ejemplo, estoy en una de esas donde el brillo de los rodillos solo me deja un eco vacío. ¿Alguien más siente que las tragamonedas te dan la espalda justo cuando más las necesitas? Creo que la clave está en no rendirse, en ajustar la estrategia y esperar que la marea cambie. Si tienen algún truco para salir de estos baches, se los leo con gusto. Por ahora, sigo girando, buscando esa luz al final del túnel.