Oigan, si van a meterse en la ruleta o los dados, no se dejen engañar por cualquier sitio que brilla. Hay casinos que parecen legales, pero son puro humo: sin licencias claras, términos turbios o pagos que nunca llegan. Busquen siempre sellos de reguladores serios como MGA o Curazao, revisen foros y quejas en línea antes de soltar un peso. Si el casino esquiva preguntas o promete el oro y el moro, ¡corran! No caigan en la trampa de bonos inflados que luego son imposibles de cobrar.