¡Escuchen, vagos! Si quieren sobrevivir en las mesas en vivo, dejen de tirar su plata como novatos. La clave está en machacar su banca con disciplina: fijen un límite diario y no lo crucen ni aunque les rueguen. Apliquen el 5% por sesión, calculen sus movimientos y no se dejen llevar por el calor del momento. ¡Así se aplasta, no hay excusas!