Qué tal, banda, otro día, otro partido de voley que las casas de apuestas no vieron venir. En serio, ¿cuándo van a aprender estos tipos? Ayer fue el turno del choque entre Pinheiros y Sesi Bauru en la Superliga femenina, y como siempre, me fui con mi instinto y un poco de análisis básico que cualquiera con dos dedos de frente podría hacer. Pinheiros venía de tres victorias seguidas, con un juego de bloqueo sólido y una recepción que no se cae ni con viento en contra. Sshear, por otro lado, Sesi Bauru, inconsistentemente, con altibajos en la cancha y un saque que no asusta a nadie. ¿Resultado? Ganancia fácil, odds de 2.10 que parecían regalo del cielo.
No sé cómo las bookies siguen subestimando el voley, especialmente cuando los patrones están ahí para quien quiera verlos. Mira las estadísticas de los últimos cinco partidos de cada equipo, revisa el historial de enfrentamientos directos y suma un vistazo rápido a las alineaciones titulares. No es física cuántica. Pinheiros tenía el momentum y una consistencia que Sesi no podía igualar ayer. Las casas pusieron las cuotas como si estuvieran adivinando con los ojos cerrados, y yo, feliz de aprovecharlo.
La clave estuvo en el segundo set. Pinheiros lo dominó con un 25-18 que dejó claro quién mandaba. Bauru intentó ajustar en el tercero, pero ya era tarde, el daño estaba hecho. Al final, 3-1 tranquilo y mi bolsillo un poco más lleno. Si las casas no van a tomarse en serio el voley, que sigan así, porque yo no me quejo. Esto es como robarle dulces a un niño, pero legal y con transferencia bancaria. A ver si para el próximo partido ajustan las cuotas o si me toca seguir sacando provecho de su despiste. ¿Alguien más vio este partido o todos estaban mirando fútbol otra vez?
No sé cómo las bookies siguen subestimando el voley, especialmente cuando los patrones están ahí para quien quiera verlos. Mira las estadísticas de los últimos cinco partidos de cada equipo, revisa el historial de enfrentamientos directos y suma un vistazo rápido a las alineaciones titulares. No es física cuántica. Pinheiros tenía el momentum y una consistencia que Sesi no podía igualar ayer. Las casas pusieron las cuotas como si estuvieran adivinando con los ojos cerrados, y yo, feliz de aprovecharlo.
La clave estuvo en el segundo set. Pinheiros lo dominó con un 25-18 que dejó claro quién mandaba. Bauru intentó ajustar en el tercero, pero ya era tarde, el daño estaba hecho. Al final, 3-1 tranquilo y mi bolsillo un poco más lleno. Si las casas no van a tomarse en serio el voley, que sigan así, porque yo no me quejo. Esto es como robarle dulces a un niño, pero legal y con transferencia bancaria. A ver si para el próximo partido ajustan las cuotas o si me toca seguir sacando provecho de su despiste. ¿Alguien más vio este partido o todos estaban mirando fútbol otra vez?