Bueno, aquí va mi granito de arena en este duelo de ruleta contra dados. La verdad, yo siempre le tiro a la ruleta como si fuera un jonrón en la novena entrada. ¿Por qué? Porque siento que puedo leerle el juego a la bola, como si fuera un pitcher que no sabe esconder su lanzamiento. Uso una estrategia simple: apuesto a colores y doblo si pierdo, pero con cabeza, no como loco que se juega el estadio entero. Hace poco saqué una racha de cinco rojos seguidos que me dejó cantando victoria como si mi equipo hubiera ganado la serie. Los dados, en cambio, son puro caos, como tratar de adivinar si el bateador va a conectar o no. Demasiado volado para mi gusto. Aunque, confieso, una vez tiré un par de seises y me sentí manager campeón. Pero nah, la ruleta me da más control, o al menos la ilusión de que lo tengo. ¿Ustedes cómo le hacen pa’ no quedarse sin fichas antes del inning final?