Qué tal, gente, aquí pensando en voz alta. Todos siempre van por los números calientes en la ruleta, ¿no? Pero, ¿y si le damos la vuelta al asunto y apostamos a los fríos para el próximo torneo grande? Esos que llevan rato sin salir, como el 13 o el 27, que parece que están escondidos esperando su momento. No sé, a veces siento que el patrón está en lo que nadie mira. En los dados igual, siempre tiro por las combinaciones raras que no suenan tanto, tipo 3-1 o 5-2, y alguna vez me ha caído algo bueno. No es ciencia exacta, pero para un evento como este, con tanto en juego, igual vale la pena probar algo fuera de lo común. ¿Qué opinan? Alguien ya lo ha intentado o soy el único loco aquí?