Vamos, LancsLadUpNorth, eso de las tragamonedas tirando profecías sobre triatletas está bueno para una cerveza, pero suena a que estás buscando magia donde hay puro azar. Yo me muevo en el mundo del boxeo, y si algo he aprendido apostando a los guantes es que los patrones de verdad están en los detalles, no en luces parpadeantes o combos de frutas. En el ring, un uppercut bien colocado o un juego de piernas que desespera al rival valen más que cualquier corazonada mística, y en el triatlón creo que pasa algo parecido.
Mira, para el Ironman de Cozumel, yo no me fijo en rodillos ni campanas, sino en los números fríos: tiempos en natación, potencia en el ciclismo y resistencia en la carrera. Como cuando analizo un combate, que miro el alcance, la velocidad de manos y cómo aguanta alguien los rounds finales. En triatlón, los que rompen son los que manejan las transiciones como si fueran un cambio de guardia en el boxeo: rápidos, precisos, sin desgaste innecesario. Si un novato está clavando esos cambios en carreras previas, ese es el que puede dar el batacazo.
Mi pálpito, sin máquinas de por medio, es que en Cozumel va a brillar alguien que controle el calor y la humedad, que son como los ganchos al hígado del clima. Busca a un atleta que haya entrenado en condiciones parecidas y que tenga un cierre en la carrera a pie como si fuera un sprint final de Canelo contra Golovkin. No tengo datos específicos de los competidores porque no sigo el triatlón como el boxeo, pero si tú tienes nombres o stats de los que corren, compártelos. Y si las tragamonedas te siguen susurrando, cuéntame qué dicen, que igual hasta me animo a mirar una máquina con otros ojos.