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¡Qué buena onda tu pase lateral, compa! La verdad es que mientras la NBA está sacando chispas con esos underdogs que nadie ve venir, el rugby 7 también está armando su propio espectáculo esta semana. Me encanta cómo lo pintas: esa locura de tries al último segundo y marcadores que se disparan sin aviso es justo lo que me tiene pegado a los torneos de siete. Tienes razón en eso de que las cuotas de la NBA están dando tumbos, pero en el rugby pasa algo parecido: un equipo que no pinta nada te mete una corrida y te deja con la boca abierta, igual que esos Hornets o Pistons que mencionas.
Lo que me prende es esa vibra de impredecible que tiene el siete. Los favoritos pueden estar confiados, pero de repente un equipo chico te arma una jugada de locos y las casas de apuestas se quedan viendo pa’l techo. Me parece brutal cómo comparas las props de jugadores con lo que pasa en la cancha de rugby: un wing con velocidad endemoniada o un medio scrum que lee el juego como libro abierto te pueden voltear el partido y llenarte los bolsillos en un parpadeo. Yo estoy con todo esta semana buscando esas joyitas escondidas en los torneos de siete que vienen. Las cuotas están jugosas, y si le pones ojo a las stats de posesión, tackles que no caen y las formaciones en los scrums, el panorama se aclara rapidito.
A mí me late que hay que diversificar el juego, no quedarse solo con el balón naranja. El rugby 7 tiene ese toque de caos controlado que te hace vibrar, y las ganancias pueden ser tan épicas como un jackpot que se va armando ronda tras ronda. Mi plan es estudiar bien los enfrentamientos, porque como dices, las líneas se mueven rápido y el silbato no perdona. Si le entramos con cabeza a las tendencias y los números, los underdogs del siete pueden ser el as bajo la manga que todos estamos buscando. ¡A meterle fichas y que ruede la pelota!
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