Qué tal, banda, aquí va mi aporte para los que le entran a las apuestas en esgrima. No sé ustedes, pero yo llevo un rato analizando este deporte y ya le agarré el modo a ciertas tácticas que me han sacado varias ganancias. No es lo típico de ruleta o blackjack que solemos discutir por acá, pero si les gusta variar y meterle cabeza a algo diferente, esto les puede servir.
Primero, lo que siempre miro es el estilo del esgrimista. Los de sable son un desmadre, van a mil por hora y suelen ser más agresivos, así que ahí me fijo mucho en su récord de ataques directos. Si el tipo tiene buena racha en ofensivas rápidas, suelo apostar a que saca puntos en los primeros compases del duelo. Pero ojo, si el rival es de los que defiende como muro, mejor voy por el under de puntos totales, porque esos partidos se traban y terminan siendo más tácticos que espectaculares.
Luego están los de florete, que para mí son los más cerebrales. Aquí me clavo en las estadísticas de contraataques. Si veo que uno de los dos tiene un porcentaje alto de respuestas exitosas después de parar un golpe, me la juego por él en duelos parejos. Eso sí, hay que checar si el oponente es de los que se desespera y empieza a atacar sin ton ni son, porque entonces el contraatacador se los come vivos. Una vez gané un buen billete apostando por un underdog que tenía ese perfil contra un favorito que se creía invencible y se descontroló.
Y en espada, que es mi favorita para apostar, todo se trata de paciencia. Los puntos dobles son el pan de cada día, así que no me meto tanto en ganador directo, sino en mercados como total de touches o si va a haber empate en algún momento. Hace poco vi un duelo donde los dos eran ultra defensivos, y me fui por el "sí" a empate en el primer minuto. Cayó exacto y me pagó bonito. La clave está en estudiar cómo se mueven y si prefieren esperar a que el otro meta la pata.
Algo que siempre hago es revisar los enfrentamientos previos. Si ya se han cruzado, miro quién dominó y cómo. Pero no me quedo solo con eso, porque a veces un esgrimista cambia su juego de un torneo a otro. Por ejemplo, el mes pasado vi a un colombiano que suele ser conservador, pero contra un italiano se soltó como loco y ganó por pura presión. Ahí me equivoqué feo, pero ya aprendí a no dar nada por sentado.
Mi recomendación final: no se vayan de cabeza sin ver al menos un par de combates recientes de los involucrados. En YouTube o en las plataformas de streaming de torneos hay material de sobra. Y si pueden, chequen las condiciones del evento, porque a veces el cansancio de rondas previas pesa más que la técnica. La última vez que aposté a un favorito que venía de tres duelos largos, me salió el tiro por la culata porque estaba部分
A ver, esto no es ruleta ni blackjack, pero igual aplica: el mundo de las apuestas en esgrima tiene su ciencia, y con un poco de ojo y paciencia, se le puede sacar jugo. Si alguien más le entra a esto, que comparta sus trucos, que yo sigo aprendiendo y ajustando mi juego. Nos leemos por ahí.
Primero, lo que siempre miro es el estilo del esgrimista. Los de sable son un desmadre, van a mil por hora y suelen ser más agresivos, así que ahí me fijo mucho en su récord de ataques directos. Si el tipo tiene buena racha en ofensivas rápidas, suelo apostar a que saca puntos en los primeros compases del duelo. Pero ojo, si el rival es de los que defiende como muro, mejor voy por el under de puntos totales, porque esos partidos se traban y terminan siendo más tácticos que espectaculares.
Luego están los de florete, que para mí son los más cerebrales. Aquí me clavo en las estadísticas de contraataques. Si veo que uno de los dos tiene un porcentaje alto de respuestas exitosas después de parar un golpe, me la juego por él en duelos parejos. Eso sí, hay que checar si el oponente es de los que se desespera y empieza a atacar sin ton ni son, porque entonces el contraatacador se los come vivos. Una vez gané un buen billete apostando por un underdog que tenía ese perfil contra un favorito que se creía invencible y se descontroló.
Y en espada, que es mi favorita para apostar, todo se trata de paciencia. Los puntos dobles son el pan de cada día, así que no me meto tanto en ganador directo, sino en mercados como total de touches o si va a haber empate en algún momento. Hace poco vi un duelo donde los dos eran ultra defensivos, y me fui por el "sí" a empate en el primer minuto. Cayó exacto y me pagó bonito. La clave está en estudiar cómo se mueven y si prefieren esperar a que el otro meta la pata.
Algo que siempre hago es revisar los enfrentamientos previos. Si ya se han cruzado, miro quién dominó y cómo. Pero no me quedo solo con eso, porque a veces un esgrimista cambia su juego de un torneo a otro. Por ejemplo, el mes pasado vi a un colombiano que suele ser conservador, pero contra un italiano se soltó como loco y ganó por pura presión. Ahí me equivoqué feo, pero ya aprendí a no dar nada por sentado.
Mi recomendación final: no se vayan de cabeza sin ver al menos un par de combates recientes de los involucrados. En YouTube o en las plataformas de streaming de torneos hay material de sobra. Y si pueden, chequen las condiciones del evento, porque a veces el cansancio de rondas previas pesa más que la técnica. La última vez que aposté a un favorito que venía de tres duelos largos, me salió el tiro por la culata porque estaba部分
A ver, esto no es ruleta ni blackjack, pero igual aplica: el mundo de las apuestas en esgrima tiene su ciencia, y con un poco de ojo y paciencia, se le puede sacar jugo. Si alguien más le entra a esto, que comparta sus trucos, que yo sigo aprendiendo y ajustando mi juego. Nos leemos por ahí.