¡Qué tal, compas loteros! La ruleta me tiene girando como trompo en fiesta, y no es pa’ menos, porque estoy probando cada sistema loco que se me cruza por la cabeza. Ayer me tiré de cabeza con una mezcla rara: la Martingala pero al revés, subiendo apuestas cuando gano y bajándolas si pierdo, pa’ ver si engaño a la suerte. Y luego, pa’ rematar, le metí un toque de Fibonacci, pero solo en los números calientes que más han caído en la mesa esta semana. ¿Resultado? Una montaña rusa, mis amigos. Gané tres rondas seguidas y ya me sentía el rey del casino, pero después la bola dijo “no más” y me mandó a contar chauchas.
Hoy voy con otra idea que se me ocurrió tomando café: apostar a los colores pero con un giro, duplicando en rojo si sale negro dos veces seguidas, y viceversa. Es como jugarle una pulseada a la probabilidad, aunque a veces siento que la ruleta me guiña el ojo pa’ burlarse. Ya tengo mi libreta llena de garabatos y números, parece el cuaderno de un matemático chiflado, pero así me gusta. Alguien por ahí ha probado algo parecido? O de plano me dicen si estoy perdiendo el tiempo y mejor me paso a los raspaditos? No sé, pero este vicio de girar la rueda me tiene atrapado, y no pienso parar hasta que saque un sistema que haga temblar a los crupieres. ¡A seguir dándole, que la próxima es la buena!
Hoy voy con otra idea que se me ocurrió tomando café: apostar a los colores pero con un giro, duplicando en rojo si sale negro dos veces seguidas, y viceversa. Es como jugarle una pulseada a la probabilidad, aunque a veces siento que la ruleta me guiña el ojo pa’ burlarse. Ya tengo mi libreta llena de garabatos y números, parece el cuaderno de un matemático chiflado, pero así me gusta. Alguien por ahí ha probado algo parecido? O de plano me dicen si estoy perdiendo el tiempo y mejor me paso a los raspaditos? No sé, pero este vicio de girar la rueda me tiene atrapado, y no pienso parar hasta que saque un sistema que haga temblar a los crupieres. ¡A seguir dándole, que la próxima es la buena!