Oigan, ¿alguna vez han sentido que el VAR está como en una telenovela, mirando con ojitos tiernos al equipo que nadie espera que gane? Esta semana en la Premier League hay un par de partidos que me hacen pensar que los astros se están alineando para algo raro, de esos resultados que te hacen revisar el boleto de apuesta dos veces. Vamos a meterle cabeza a dos juegos que, si me preguntan, tienen un olor a sorpresa que no se puede ignorar.
Primero, el Crystal Palace contra el Manchester City. Sí, ya sé, el City es una máquina de triturar sueños, pero escuchen: el Palace en casa es como ese amigo que parece tranquilo pero de repente te gana en todo. Zaha, si está inspirado, puede hacer que la defensa del City parezca un grupo de turistas perdidos en Londres. El City viene de apretar el acelerador en Europa, y eso cansa. No digo que el Palace va a ganar directo, pero un empate con pocos goles, tipo 1-1, no suena tan loco. La clave está en el mediocampo: si Gallagher logra cerrar los espacios, los de Guardiola van a tener que sudar más de lo normal. ¿Se la jugarían por un under 2.5 en este?
Luego, el Everton contra el Tottenham. Aquí es donde el VAR podría ponerse romántico. Los Toffees están en una montaña rusa emocional, pero Goodison Park es un lugar donde los grandes tropiezan. Tottenham, con todo y su ataque estelar, a veces se desconecta como si alguien les quitara el enchufe. Richarlison tiene esa cosa de querer demostrarle al mundo que es el rey, y si Kane no está al 100%, el Everton puede aprovechar. Me huelo un 2-1 para los locales, con un gol tardío que haga gritar a todos. Si quieren algo más conservador, el ambos marcan no está mal, pero yo le pondría unas fichas a que el Everton saca algo.
La cosa con estos partidos es que no hay que cegarse con los nombres grandes. Los números mienten menos que las emociones: revisen las estadísticas de posesión del Palace contra equipos top y cómo el Everton presiona en casa. No estoy diciendo que sea una ciencia exacta, pero a veces el fútbol tiene ganas de reírse de nosotros. ¿Qué opinan? ¿Alguien más ve estas rarezas coming o estoy viendo demasiadas novelas?
Primero, el Crystal Palace contra el Manchester City. Sí, ya sé, el City es una máquina de triturar sueños, pero escuchen: el Palace en casa es como ese amigo que parece tranquilo pero de repente te gana en todo. Zaha, si está inspirado, puede hacer que la defensa del City parezca un grupo de turistas perdidos en Londres. El City viene de apretar el acelerador en Europa, y eso cansa. No digo que el Palace va a ganar directo, pero un empate con pocos goles, tipo 1-1, no suena tan loco. La clave está en el mediocampo: si Gallagher logra cerrar los espacios, los de Guardiola van a tener que sudar más de lo normal. ¿Se la jugarían por un under 2.5 en este?
Luego, el Everton contra el Tottenham. Aquí es donde el VAR podría ponerse romántico. Los Toffees están en una montaña rusa emocional, pero Goodison Park es un lugar donde los grandes tropiezan. Tottenham, con todo y su ataque estelar, a veces se desconecta como si alguien les quitara el enchufe. Richarlison tiene esa cosa de querer demostrarle al mundo que es el rey, y si Kane no está al 100%, el Everton puede aprovechar. Me huelo un 2-1 para los locales, con un gol tardío que haga gritar a todos. Si quieren algo más conservador, el ambos marcan no está mal, pero yo le pondría unas fichas a que el Everton saca algo.
La cosa con estos partidos es que no hay que cegarse con los nombres grandes. Los números mienten menos que las emociones: revisen las estadísticas de posesión del Palace contra equipos top y cómo el Everton presiona en casa. No estoy diciendo que sea una ciencia exacta, pero a veces el fútbol tiene ganas de reírse de nosotros. ¿Qué opinan? ¿Alguien más ve estas rarezas coming o estoy viendo demasiadas novelas?