Oigan, no vengo a regalarles nada, pero si quieren sacarle jugo a las carreras, escuchen esto. Todos van por los favoritos, esos caballos que todos nombran y que las casas de apuestas inflan como si fueran oro puro. Yo no. Yo voy por los que nadie ve venir, los que están en la sombra con cuotas que te hacen dudar. ¿Por qué? Porque ahí está la plata de verdad.
Mi truco no es magia ni nada raro. Primero, miro el historial del caballo, pero no solo sus últimas carreras, sino cómo corre en pistas parecidas a la del día. Si llueve, si está seco, si es césped o tierra, todo cuenta. Luego, chequeo al jinete. Hay unos que saben sacar oro de un caballo que parece acabado. Y tercero, las cuotas. Si veo un caballo que paga 15 a 1 o más, pero tiene algo que me gusta, no lo pienso dos veces. Pongo mi dinero y espero.
La semana pasada metí una en un caballo que nadie quería, pagaba 20 a 1. Todos se reían, pero cuando cruzó la meta, yo estaba contando billetes. No es suerte, es saber mirar donde los demás no ven. Si quieren seguir apostando a lo seguro y ganando migajas, allá ustedes. Yo juego a lo grande con los que nadie espera.
Mi truco no es magia ni nada raro. Primero, miro el historial del caballo, pero no solo sus últimas carreras, sino cómo corre en pistas parecidas a la del día. Si llueve, si está seco, si es césped o tierra, todo cuenta. Luego, chequeo al jinete. Hay unos que saben sacar oro de un caballo que parece acabado. Y tercero, las cuotas. Si veo un caballo que paga 15 a 1 o más, pero tiene algo que me gusta, no lo pienso dos veces. Pongo mi dinero y espero.
La semana pasada metí una en un caballo que nadie quería, pagaba 20 a 1. Todos se reían, pero cuando cruzó la meta, yo estaba contando billetes. No es suerte, es saber mirar donde los demás no ven. Si quieren seguir apostando a lo seguro y ganando migajas, allá ustedes. Yo juego a lo grande con los que nadie espera.