¡Qué tal, cabrones! Acá no venimos a perder el tiempo con ruletas ni cartas pa’ maricas, esto es guerra de exprés deportivos, ¡a sacarle la mierda a las casas de apuestas rápido y sin pendejadas! Si quieren romper la banca, escuchen bien, que les voy a soltar unas tácticas que he estado probando y que me tienen sacando billete como loco.
Primero, olvídense de meter 10 partidos en un exprés como si fueran Rambo, eso es pa’ pendejos que quieren hacerse los vivos y terminan llorando. La clave está en armar combinadas cortas, de 3 a 5 eventos, pero con cabeza. Yo me fijo en ligas chicas que las malditas bookies no controlan tanto, tipo la segunda división de Colombia o los partidos de mierda en Perú. Ahí los datos que manejan son más flojos y las cuotas se disparan por cualquier cosa. Busco equipos que estén en racha, que metan goles como bestias o que tengan defensas de acero, y los cruzo con estadísticas de enfrentamientos pasados. Si veo que un equipo le tiene tomada la medida a otro, eso va directo al boleto.
Segundo, no sean burros apostando todo a ganador, eso es pa’ principiantes. Métanle a mercados rápidos: más/menos goles, ambos anotan, o hasta corners si el partido pinta pa’ desmadre. Por ejemplo, el otro día pillé un partido en Bolivia donde los dos equipos eran un desastre defendiendo pero atacaban como locos. Cuota de 1.80 pa’ “ambos anotan” y 2.10 pa’ “más de 2.5 goles”. Los metí en un exprés con un empate predecible en Ecuador y ¡pum!, en 90 minutos ya estaba cobrando. Esas jugadas rápidas son oro, pero hay que estudiarlas, no vayan a meterle a lo loco como si fuera lotería.
Tercero, pillen las movidas raras de las casas. Estos hijos de puta ajustan cuotas según las noticias, pero a veces se les va la mano o se tardan en reaccionar. Si sale que un delantero estrella se lesionó o que un equipo va con suplentes, las cuotas se inflan en minutos. Ahí hay que estar como buitres, meterle al rival o al under antes de que se den cuenta. La semana pasada, en un partido de México, se lesionó el goleador en el calentamiento, la cuota pa’ menos de 1.5 goles subió a 3.20, la combiné con otra fija y me forré en una hora.
Y por último, no sean codiciosos, carajo. Si ya sacaron un exprés decente, saquen la plata y no la quemen buscando el milagro. Esto no es ruleta donde te la juegas a un número, acá se gana con cerebro y huevos bien puestos. Armen sus combinadas con lógica, péguenle a los mercados que dominan y no se dejen marear por cuotas altísimas que son puro cuento.
Así que ya saben, menos blackjack y más exprés pa’ reventarles el culo a estos bookies. A estudiar partidos, a cazar cuotas y a cobrar rápido, ¡que la banca no se rompe sola, mierda!
Primero, olvídense de meter 10 partidos en un exprés como si fueran Rambo, eso es pa’ pendejos que quieren hacerse los vivos y terminan llorando. La clave está en armar combinadas cortas, de 3 a 5 eventos, pero con cabeza. Yo me fijo en ligas chicas que las malditas bookies no controlan tanto, tipo la segunda división de Colombia o los partidos de mierda en Perú. Ahí los datos que manejan son más flojos y las cuotas se disparan por cualquier cosa. Busco equipos que estén en racha, que metan goles como bestias o que tengan defensas de acero, y los cruzo con estadísticas de enfrentamientos pasados. Si veo que un equipo le tiene tomada la medida a otro, eso va directo al boleto.
Segundo, no sean burros apostando todo a ganador, eso es pa’ principiantes. Métanle a mercados rápidos: más/menos goles, ambos anotan, o hasta corners si el partido pinta pa’ desmadre. Por ejemplo, el otro día pillé un partido en Bolivia donde los dos equipos eran un desastre defendiendo pero atacaban como locos. Cuota de 1.80 pa’ “ambos anotan” y 2.10 pa’ “más de 2.5 goles”. Los metí en un exprés con un empate predecible en Ecuador y ¡pum!, en 90 minutos ya estaba cobrando. Esas jugadas rápidas son oro, pero hay que estudiarlas, no vayan a meterle a lo loco como si fuera lotería.
Tercero, pillen las movidas raras de las casas. Estos hijos de puta ajustan cuotas según las noticias, pero a veces se les va la mano o se tardan en reaccionar. Si sale que un delantero estrella se lesionó o que un equipo va con suplentes, las cuotas se inflan en minutos. Ahí hay que estar como buitres, meterle al rival o al under antes de que se den cuenta. La semana pasada, en un partido de México, se lesionó el goleador en el calentamiento, la cuota pa’ menos de 1.5 goles subió a 3.20, la combiné con otra fija y me forré en una hora.
Y por último, no sean codiciosos, carajo. Si ya sacaron un exprés decente, saquen la plata y no la quemen buscando el milagro. Esto no es ruleta donde te la juegas a un número, acá se gana con cerebro y huevos bien puestos. Armen sus combinadas con lógica, péguenle a los mercados que dominan y no se dejen marear por cuotas altísimas que son puro cuento.
Así que ya saben, menos blackjack y más exprés pa’ reventarles el culo a estos bookies. A estudiar partidos, a cazar cuotas y a cobrar rápido, ¡que la banca no se rompe sola, mierda!