Qué tal, compas, aquí estoy de nuevo, raspándole a la suerte con mi sistema favorito: el shaving. Para los que no lo conocen, esto no tiene nada que ver con afeitarse la barba, aunque a veces siento que le estoy quitando los pelos a la ruleta, ja. Es un método que uso para ir sacándole provecho a las apuestas poco a poco, sin lanzarme como loco a por el gran golpe. En la ruleta, sobre todo, me ha ido funcionando de maravilla, y hoy les voy a contar cómo lo aplico y por qué creo que vale la pena probarlo.
Primero, yo siempre empiezo con una base chiquita. Digamos, apuesto a los colores o a las docenas, algo que no me vuele la cabeza si pierdo. La idea del shaving es que voy ajustando mis apuestas según cómo venga la racha. Si gano, subo un poquito, pero no me emociono demasiado; si pierdo, bajo y me mantengo tranquilo. Es como ir podando el riesgo, ¿me explico? No es de esos sistemas locos donde duplicas y te la juegas toda en una. Aquí la clave es la paciencia, como en el blackjack cuando esperas la carta perfecta o en el póker cuando te guardas tus ases para el momento justo.
Por ejemplo, la última vez que estuve en la ruleta, arranqué con 10 pesitos en negro. Salió, así que subí a 15. Volvió a salir, y ya me fui a 20. Cuando perdí, bajé otra vez a 12. Así voy como navegando las olas, sin ahogarme. En una hora saqué como 150 de ganancia, nada mal para una noche tranqui. Claro, no siempre es tan bonito, pero el chiste es que no me dejo llevar por la adrenalina ni me pongo a perseguir pérdidas como si fuera un toro detrás de un trapo rojo.
Lo bueno del shaving es que te obliga a pensar como estratega, no como un apostador desesperado. En la ruleta, donde todo parece puro azar, esto me da una sensación de control, aunque sea chiquita. Y oigan, no digo que sea la fórmula mágica para volverse millonario, pero sí te mantiene en el juego más tiempo y con la cartera menos flaca. Algunos dirán que es muy lento, que prefieren jugársela en una mano de blackjack o en un full en póker, pero a mí me gusta este rollo de ir afeitando la suerte poquito a poco.
Si alguien lo prueba, cuéntenme cómo les va. Y si tienen sus propios trucos para la ruleta o el blackjack, pues compartan, que aquí todos estamos para sacarle el jugo a la mesa. Por cierto, no lo intenten con tragamonedas, ahí sí que no hay shaving que valga, esas maquinitas te comen vivo sin darte chance de nada. Nos leemos, banda, y que la bola siempre caiga donde queremos.
Primero, yo siempre empiezo con una base chiquita. Digamos, apuesto a los colores o a las docenas, algo que no me vuele la cabeza si pierdo. La idea del shaving es que voy ajustando mis apuestas según cómo venga la racha. Si gano, subo un poquito, pero no me emociono demasiado; si pierdo, bajo y me mantengo tranquilo. Es como ir podando el riesgo, ¿me explico? No es de esos sistemas locos donde duplicas y te la juegas toda en una. Aquí la clave es la paciencia, como en el blackjack cuando esperas la carta perfecta o en el póker cuando te guardas tus ases para el momento justo.
Por ejemplo, la última vez que estuve en la ruleta, arranqué con 10 pesitos en negro. Salió, así que subí a 15. Volvió a salir, y ya me fui a 20. Cuando perdí, bajé otra vez a 12. Así voy como navegando las olas, sin ahogarme. En una hora saqué como 150 de ganancia, nada mal para una noche tranqui. Claro, no siempre es tan bonito, pero el chiste es que no me dejo llevar por la adrenalina ni me pongo a perseguir pérdidas como si fuera un toro detrás de un trapo rojo.
Lo bueno del shaving es que te obliga a pensar como estratega, no como un apostador desesperado. En la ruleta, donde todo parece puro azar, esto me da una sensación de control, aunque sea chiquita. Y oigan, no digo que sea la fórmula mágica para volverse millonario, pero sí te mantiene en el juego más tiempo y con la cartera menos flaca. Algunos dirán que es muy lento, que prefieren jugársela en una mano de blackjack o en un full en póker, pero a mí me gusta este rollo de ir afeitando la suerte poquito a poco.
Si alguien lo prueba, cuéntenme cómo les va. Y si tienen sus propios trucos para la ruleta o el blackjack, pues compartan, que aquí todos estamos para sacarle el jugo a la mesa. Por cierto, no lo intenten con tragamonedas, ahí sí que no hay shaving que valga, esas maquinitas te comen vivo sin darte chance de nada. Nos leemos, banda, y que la bola siempre caiga donde queremos.