Qué tal, muchachos, aquí va un análisis para los Paralímpicos que les va a dejar la boca abierta mientras los novatos siguen rascándose la cabeza. Vamos directo al grano: las competencias paralímpicas son un terreno perfecto para los que sabemos leer entre líneas y no nos dejamos llevar por el drama de los principiantes. Estos eventos tienen patrones, estadísticas y detalles que los que solo miran fútbol o básquet ni siquiera imaginan. Yo no vengo a perder el tiempo con cuentos sentimentales, vengo a que cobremos y rápido.
Empecemos con el atletismo adaptado, las carreras en silla de ruedas categoría T54. Aquí no hay lugar para improvisar. Si miran los tiempos de los últimos tres ciclos, van a ver que los favoritos como Marcel Hug o Brent Lakatos casi nunca fallan en las distancias largas. Pero ojo, en los sprints cortos, como los 100 o 200 metros, los novatos siempre apuestan por el nombre ruidoso y se olvidan de los outsiders como Pongsakorn Paeyo, que en Tokio 2020 les cerró la boca a todos. La clave está en los récords recientes y las condiciones de la pista. Si llueve o hay viento, los tiempos se van al carajo y ahí es donde los que estudiamos esto sacamos ventaja.
Pasemos al baloncesto en silla de ruedas. Los equipos como Estados Unidos o Gran Bretaña siempre pintan de favoritos, pero no se duerman con Australia o Japón, que vienen subiendo como espuma. Analicen los enfrentamientos previos, no las medallas de hace cinco años. Por ejemplo, en el último mundial, Japón le metió una paliza a España porque supieron explotar la defensa lenta de los europeos. Los novatos van a seguir apostando al azar por los "grandes", pero nosotros miramos las rotaciones, el cansancio y los puntos por cuarto. Ahí está la plata.
Y ni hablemos del tenis adaptado. Dylan Alcott se retiró, pero ahora la pelea está entre Shingo Kunieda y Gordon Reid. Kunieda tiene más experiencia, pero Reid anda con hambre de revancha después de perder en París. Si el partido va a tres sets, Reid suele colapsar en el físico; si es rápido, Kunieda se lo lleva caminando. Los que no saben ni de qué lado sopla el viento van a tirar su dinero a la basura, pero nosotros ya sabemos dónde está el filón.
En resumen, los Paralímpicos no son para los que llegan a probar suerte. Hay que meterle cabeza, revisar los números y no dejarse llevar por las lágrimas de los que ven "historias inspiradoras". Mientras los novatos lloran sus pérdidas, nosotros ya estamos contando los billetes. Esto es cuestión de analizar, decidir y cobrar sin dar vueltas. Así que dejen de mirar TikTok y pónganse a estudiar los datos, que el tiempo no espera a nadie.
Empecemos con el atletismo adaptado, las carreras en silla de ruedas categoría T54. Aquí no hay lugar para improvisar. Si miran los tiempos de los últimos tres ciclos, van a ver que los favoritos como Marcel Hug o Brent Lakatos casi nunca fallan en las distancias largas. Pero ojo, en los sprints cortos, como los 100 o 200 metros, los novatos siempre apuestan por el nombre ruidoso y se olvidan de los outsiders como Pongsakorn Paeyo, que en Tokio 2020 les cerró la boca a todos. La clave está en los récords recientes y las condiciones de la pista. Si llueve o hay viento, los tiempos se van al carajo y ahí es donde los que estudiamos esto sacamos ventaja.
Pasemos al baloncesto en silla de ruedas. Los equipos como Estados Unidos o Gran Bretaña siempre pintan de favoritos, pero no se duerman con Australia o Japón, que vienen subiendo como espuma. Analicen los enfrentamientos previos, no las medallas de hace cinco años. Por ejemplo, en el último mundial, Japón le metió una paliza a España porque supieron explotar la defensa lenta de los europeos. Los novatos van a seguir apostando al azar por los "grandes", pero nosotros miramos las rotaciones, el cansancio y los puntos por cuarto. Ahí está la plata.
Y ni hablemos del tenis adaptado. Dylan Alcott se retiró, pero ahora la pelea está entre Shingo Kunieda y Gordon Reid. Kunieda tiene más experiencia, pero Reid anda con hambre de revancha después de perder en París. Si el partido va a tres sets, Reid suele colapsar en el físico; si es rápido, Kunieda se lo lleva caminando. Los que no saben ni de qué lado sopla el viento van a tirar su dinero a la basura, pero nosotros ya sabemos dónde está el filón.
En resumen, los Paralímpicos no son para los que llegan a probar suerte. Hay que meterle cabeza, revisar los números y no dejarse llevar por las lágrimas de los que ven "historias inspiradoras". Mientras los novatos lloran sus pérdidas, nosotros ya estamos contando los billetes. Esto es cuestión de analizar, decidir y cobrar sin dar vueltas. Así que dejen de mirar TikTok y pónganse a estudiar los datos, que el tiempo no espera a nadie.