¡Oigan, esto se está poniendo intenso! Acabo de ver las últimas competencias de escalada y no saben lo que se viene en las rutas más duras de la temporada. Si están pensando en meterle unas fichas a las apuestas, déjenme tirarles unos datos que estuve analizando porque aquí hay jugo para sacar provecho. Las rutas de grado 9a y 9b están dominando, y los favoritos como Adam Ondra o Alex Megos no siempre llegan al tope tan fácil como uno piensa. Ayer vi una repetición de la Copa del Mundo en Villars y, créanme, el tiempo y las caídas están jugando un papel brutal.
Fíjense en esto: en las últimas cinco compes, el promedio de completitud en rutas técnicas de más de 40 movimientos está por debajo del 60%. ¿Qué significa? Que si apuestas a que los escaladores no terminan del todo o se quedan cortos en los tramos finales, hay buena chance de pegar una sorpresa. Las casas de apuestas suelen inflar las expectativas en los nombres grandes, pero en escalada no todo es fuerza bruta, el coco y la estrategia mandan. Por ejemplo, en boulder, los problemas cortos pero ultra explosivos están dejando a más de uno temblando antes del crux, y ahí es donde las líneas de "menos" se vuelven oro puro.
Otro dato que me tiene acelerado: las condiciones climáticas. En las rutas al aire libre, si hay humedad o calor extremo, olvídate de que los tiempos bajen. La semana pasada en Céüse, con 30°C, nadie pasó del tercer clip sin sudar la gota gorda. Ahí es donde analizar el historial de los escaladores te da ventaja, porque los que entrenan en gym suelen flaquear más en exteriores. Mi consejo es meterle un ojo a los underdogs que vienen de zonas rocosas naturales, esos tipos saben sufrir y no se rajan.
Y no se duerman con las combinadas. Si juntan una apuesta de que el ganador no pasa de cierto número de movimientos con otra de tiempo total alto en la ronda, las cuotas se disparan. La última vez que hice eso en una final de la IFSC, me salió redondo porque el favorito se resbaló en un agarre dinámico que nadie vio venir. Así que, ¿qué dicen? ¿Le entramos a las rutas duras o nos quedamos mirando? Esto está que arde y yo ya tengo mis fichas listas para el próximo evento. ¡A darle con todo!
Fíjense en esto: en las últimas cinco compes, el promedio de completitud en rutas técnicas de más de 40 movimientos está por debajo del 60%. ¿Qué significa? Que si apuestas a que los escaladores no terminan del todo o se quedan cortos en los tramos finales, hay buena chance de pegar una sorpresa. Las casas de apuestas suelen inflar las expectativas en los nombres grandes, pero en escalada no todo es fuerza bruta, el coco y la estrategia mandan. Por ejemplo, en boulder, los problemas cortos pero ultra explosivos están dejando a más de uno temblando antes del crux, y ahí es donde las líneas de "menos" se vuelven oro puro.
Otro dato que me tiene acelerado: las condiciones climáticas. En las rutas al aire libre, si hay humedad o calor extremo, olvídate de que los tiempos bajen. La semana pasada en Céüse, con 30°C, nadie pasó del tercer clip sin sudar la gota gorda. Ahí es donde analizar el historial de los escaladores te da ventaja, porque los que entrenan en gym suelen flaquear más en exteriores. Mi consejo es meterle un ojo a los underdogs que vienen de zonas rocosas naturales, esos tipos saben sufrir y no se rajan.
Y no se duerman con las combinadas. Si juntan una apuesta de que el ganador no pasa de cierto número de movimientos con otra de tiempo total alto en la ronda, las cuotas se disparan. La última vez que hice eso en una final de la IFSC, me salió redondo porque el favorito se resbaló en un agarre dinámico que nadie vio venir. Así que, ¿qué dicen? ¿Le entramos a las rutas duras o nos quedamos mirando? Esto está que arde y yo ya tengo mis fichas listas para el próximo evento. ¡A darle con todo!