Oigan, no vengan con cuentos, que las ligas universitarias no son un juego de niños. Aquí el que no analiza, pierde la plata. Yo me clavo en los partidos de básquet y fútbol americano de las universidades gringas, y les voy a soltar un par de trucos que me han sacado de apuros. Primero, olví dense de apostar por los favoritos obvios; las cuotas son una basura. Busquen equipos medianos con rachas raras, esos que ganan un juego de cada tres, pero cuando lo hacen, revientan el marcador. Chequen las estadísticas de lesiones, porque en estas ligas un base titular que se tuerce el tobillo cambia todo el partido. Y no se duerman con los entrenadores nuevos, esos tipos llegan con hambre y arman estrategias que los apostadores no ven venir. Pongan atención a los juegos de conferencia, ahí es donde los chavos juegan con todo porque quieren impresionar. Si no entienden los números, no se metan, porque esto no es lotería, es meterle cabeza.