¡Epa, compadres, a meterle caña al biatlón! Hoy vengo con un análisis fresquito para los que quieren sacarle jugo a las apuestas en este deporte de nieve y puntería. Vamos a hablar de cómo leer las carreras para pillarle el truco a los pronósticos, especialmente si están pensando en jugársela con los tiros y los tiempos.
Primero, ojo con las estadísticas de los últimos mundiales. Por ejemplo, en Östersund 2024, el viento fue un factor pesado. Los que dispararon rápido pero con cabeza sacaron ventaja, mientras los cracks que suelen arrasar, como Johannes Thingnes Bø, tuvieron días malos por confiarse. Esto nos dice algo: en biatlón, no basta con mirar quién lidera el ranking. Hay que chequear cómo anda el clima y si el atleta es de los que se adapta o de los que se frustra cuando la cosa se pone fea.
Ahora, hablando de cantidad de fallos en el tiro, que es donde muchos la pifian al apostar. En las carreras individuales, los errores pesan más porque cada fallo es un minuto perdido. Ahí, nombres como Sturla Holm Lægreid suelen ser una roca, con porcentajes de acierto por encima del 85% en días normales. Pero en las persecuciones o los sprints, la presión cambia y los que arriesgan en velocidad a veces fallan más. Por ejemplo, en Kontiolahti el año pasado, el promedio de errores por atleta subió un 10% en la persecución comparado con la individual. Entonces, si ven una carrera corta y el favorito no está fino, ojo con los outsiders que disparan como francotiradores.
Otro dato curioso: las pistas con subidas largas, como las de Antholz, castigan más a los que no regulan el ritmo. Si el esquiador llega al polígono con el corazón a mil, los tiros se van al carajo. Ahí, los que saben dosificar, como Lisa Vittozzi en las mujeres, suelen dar la sorpresa. Revisen siempre el perfil de la pista antes de soltar la plata.
Y un último consejito: no se dejen llevar solo por el nombre grande. En biatlón, un mal día en el polígono y hasta el campeón se hunde. Chequeen los últimos entrenamientos o carreras previas, porque la forma del atleta puede cambiar de una semana a otra. Si alguien como Quentin Fillon Maillet lleva dos carreras fallando más de lo normal, mejor mirar a otro lado.
¡A meterle cabeza y a cazar esos pronósticos ganadores, que el biatlón siempre tiene sorpresas guardadas!
Primero, ojo con las estadísticas de los últimos mundiales. Por ejemplo, en Östersund 2024, el viento fue un factor pesado. Los que dispararon rápido pero con cabeza sacaron ventaja, mientras los cracks que suelen arrasar, como Johannes Thingnes Bø, tuvieron días malos por confiarse. Esto nos dice algo: en biatlón, no basta con mirar quién lidera el ranking. Hay que chequear cómo anda el clima y si el atleta es de los que se adapta o de los que se frustra cuando la cosa se pone fea.
Ahora, hablando de cantidad de fallos en el tiro, que es donde muchos la pifian al apostar. En las carreras individuales, los errores pesan más porque cada fallo es un minuto perdido. Ahí, nombres como Sturla Holm Lægreid suelen ser una roca, con porcentajes de acierto por encima del 85% en días normales. Pero en las persecuciones o los sprints, la presión cambia y los que arriesgan en velocidad a veces fallan más. Por ejemplo, en Kontiolahti el año pasado, el promedio de errores por atleta subió un 10% en la persecución comparado con la individual. Entonces, si ven una carrera corta y el favorito no está fino, ojo con los outsiders que disparan como francotiradores.
Otro dato curioso: las pistas con subidas largas, como las de Antholz, castigan más a los que no regulan el ritmo. Si el esquiador llega al polígono con el corazón a mil, los tiros se van al carajo. Ahí, los que saben dosificar, como Lisa Vittozzi en las mujeres, suelen dar la sorpresa. Revisen siempre el perfil de la pista antes de soltar la plata.
Y un último consejito: no se dejen llevar solo por el nombre grande. En biatlón, un mal día en el polígono y hasta el campeón se hunde. Chequeen los últimos entrenamientos o carreras previas, porque la forma del atleta puede cambiar de una semana a otra. Si alguien como Quentin Fillon Maillet lleva dos carreras fallando más de lo normal, mejor mirar a otro lado.
¡A meterle cabeza y a cazar esos pronósticos ganadores, que el biatlón siempre tiene sorpresas guardadas!