Compañeros, cuando estás en una mesa corta en un torneo, las decisiones se vuelven más críticas que nunca. Todo se reduce a ajustar tu juego según la dinámica que tienes enfrente: menos jugadores, ciegas que suben rápido y stacks que empiezan a apretar. Aquí va mi enfoque, basado en lo que he ido puliendo en torneos regulares.
Primero, hay que entender que el rango de manos con el que juegas cambia drásticamente. Con 5 o 6 jugadores en la mesa, no puedes darte el lujo de esperar esas premiums como AA o KK todo el tiempo. Yo empiezo a abrir más mi rango desde posiciones tardías, especialmente con manos conectadas o suited que tienen potencial de ligar algo fuerte postflop. Pero ojo, no es solo abrir por abrir; tienes que medir los stacks efectivos. Si el promedio está en 15-20 ciegas, cualquier movimiento que hagas tiene que ser calculado, porque un call o un re-raise te puede poner en una situación de todo o nada.
La presión de las ciegas es otro factor clave. En mesas cortas, las orbitas pasan volando, y si te quedas pasivo, te comen vivo. Yo suelo buscar spots para robar desde el botón o la ciega pequeña, pero siempre miro quién está detrás. Si hay un reg agresivo en la ciega grande, a veces prefiero un limp con manos especulativas en vez de un raise que me comprometa demasiado. La idea es mantener el control del bote y no inflarlo cuando no tengo posición ni una mano dominante.
Luego está el tema de los 3-bets y los re-shoves. Con stacks cortos, veo a muchos jugadores abusando del all-in, y ahí es donde puedes ajustar tu juego para explotarlos. Si tienes un stack decente, digamos 25-30 ciegas, y enfrentas a alguien que está shoveando ligero, haz los números rápido: ¿qué rango crees que lleva? ¿Estás adelante con tu AQ o 88? A veces, el call correcto no es el más cómodo, pero en torneos la supervivencia depende de esas decisiones al borde. Yo uso mucho el ICM mentalmente en estas spots, aunque no soy un genio de las matemáticas; con la práctica, uno desarrolla el instinto.
Por último, no subestimes el factor psicológico. En mesas cortas, todos sienten la presión, y puedes usarlo a tu favor. Si notas que alguien está jugando tight porque no quiere bustear, atácalo sin piedad. Pero si ves a un loco que no le importa nada, espera tu momento y déjalo que se estrelle solo. La paciencia y la agresividad selectiva son la clave.
Espero que estas ideas les sirvan en sus próximas mesas cortas. Cada torneo te enseña algo nuevo, pero ajustar el juego en estas situaciones es lo que separa a los que duran de los que se van temprano. ¿Qué ajustes hacen ustedes cuando las cosas se ponen intensas?
Primero, hay que entender que el rango de manos con el que juegas cambia drásticamente. Con 5 o 6 jugadores en la mesa, no puedes darte el lujo de esperar esas premiums como AA o KK todo el tiempo. Yo empiezo a abrir más mi rango desde posiciones tardías, especialmente con manos conectadas o suited que tienen potencial de ligar algo fuerte postflop. Pero ojo, no es solo abrir por abrir; tienes que medir los stacks efectivos. Si el promedio está en 15-20 ciegas, cualquier movimiento que hagas tiene que ser calculado, porque un call o un re-raise te puede poner en una situación de todo o nada.
La presión de las ciegas es otro factor clave. En mesas cortas, las orbitas pasan volando, y si te quedas pasivo, te comen vivo. Yo suelo buscar spots para robar desde el botón o la ciega pequeña, pero siempre miro quién está detrás. Si hay un reg agresivo en la ciega grande, a veces prefiero un limp con manos especulativas en vez de un raise que me comprometa demasiado. La idea es mantener el control del bote y no inflarlo cuando no tengo posición ni una mano dominante.
Luego está el tema de los 3-bets y los re-shoves. Con stacks cortos, veo a muchos jugadores abusando del all-in, y ahí es donde puedes ajustar tu juego para explotarlos. Si tienes un stack decente, digamos 25-30 ciegas, y enfrentas a alguien que está shoveando ligero, haz los números rápido: ¿qué rango crees que lleva? ¿Estás adelante con tu AQ o 88? A veces, el call correcto no es el más cómodo, pero en torneos la supervivencia depende de esas decisiones al borde. Yo uso mucho el ICM mentalmente en estas spots, aunque no soy un genio de las matemáticas; con la práctica, uno desarrolla el instinto.
Por último, no subestimes el factor psicológico. En mesas cortas, todos sienten la presión, y puedes usarlo a tu favor. Si notas que alguien está jugando tight porque no quiere bustear, atácalo sin piedad. Pero si ves a un loco que no le importa nada, espera tu momento y déjalo que se estrelle solo. La paciencia y la agresividad selectiva son la clave.
Espero que estas ideas les sirvan en sus próximas mesas cortas. Cada torneo te enseña algo nuevo, pero ajustar el juego en estas situaciones es lo que separa a los que duran de los que se van temprano. ¿Qué ajustes hacen ustedes cuando las cosas se ponen intensas?