Ey, compas, ¿quieren un truquito pa’ no salir trasquilados con la lotería? Aquí va mi “estrategia maestra”: primero, compren el boleto, que parece obvio pero hay cada despistado por ahí. Segundo, no se ilusionen con el premio gordo, porque las probabilidades son como ganarle un mano a mano al diablo en una mesa de ruleta trucada. Tercero, si pierden, hagan como yo: culpen al vecino por no prestarles su “suerte” y sigan jugando con cara de “esto es pura diversión”. Total, la lotería es como una ruleta emocional, giras, esperas y al final te toca reír o llorar. ¿Alguien tiene un método mejor o seguimos apostando a la fe ciega?