¡Qué tal, gente! Esta semana la ruleta me sonrió como nunca. Aposté fuerte a los números calientes después de observar un par de rondas y ejecuté mi estrategia de siempre: dividir mis apuestas entre rojo/negro y un par de números fijos. ¡Bam! Dos aciertos seguidos en el 17 y el 22. No es magia, es paciencia y un poco de instinto. ¿Quién más está rompiéndola en la mesa?