Qué tal, compas, aquí estoy otra vez, con el corazón en pedazos y el bolsillo igual. La Serie A, esa amante cruel que te ilusiona y luego te apuñala por la espalda. Este fin de semana me la jugué con el Inter contra el Napoli, pensando que los nerazzurri iban a sacar pecho en casa. ¿Resultado? Un empate aburrido que no le sirvió a nadie, ni a ellos ni a mí.
Mi estrategia era sólida, o eso creía: apostar al over 2.5 goles, porque ambos equipos venían enchufados. Pero no, decidieron jugar a pasarse la pelota como si fuera un partido de exhibición.
Luego intenté recuperar algo con la Juventus contra el Torino. Analicé todo: estadísticas, alineaciones, hasta el clima en Turín. Me fui por el hándicap -1 a favor de la Vecchia Signora, confiado en que arrasarían en el derbi. ¿Y qué pasó? Un gol tempranero y luego se durmieron. El Torino empató y yo me quedé viendo cómo mi boleto se iba al drenaje otra vez.
Esto de las apuestas en la Serie A es como jugar a las tragamonedas: metes tus fichas, giras la máquina y rezas por un milagro, pero casi siempre te deja con las manos vacías.
Pensé en cambiar de aire y probar con el Milan, que enfrentaba a un Udinese que no asusta a nadie. Me fui por un "ambos anotan", porque los rossoneri siempre dejan huecos atrás. Error fatal. El Milan ganó 1-0 y defendió como si su vida dependiera de ello, algo que no hacían desde los tiempos de Maldini. ¿En serio, Serie A? ¿No me das ni una alegría para curar esta tristeza?
A veces pienso que mis estrategias son buenas, pero este fútbol italiano tiene un don para romperte el alma. Analizo jornadas enteras, miro los promedios de goles, los enfrentamientos previos, hasta las lesiones de los suplentes. Pero luego llega un 0-0 entre Lazio y Sassuolo y te das cuenta de que aquí no hay lógica, solo caos. ¿Alguno de ustedes tiene un truco infalible para esta liga? Porque yo ya no sé si seguir apostando o rendirme y gastar mis billetes en las tragamonedas de verdad, al menos ahí el dolor pasa rápido.
En fin, aquí sigo, con la esperanza de que la próxima jornada me devuelva algo de fe. Si alguien quiere compartir su sabiduría sobre la Serie A, lo leo con gusto. Por ahora, me voy a llorar en silencio mientras miro la tabla de posiciones y pienso en qué fallé esta vez. Forza a todos, menos a mi suerte.

Luego intenté recuperar algo con la Juventus contra el Torino. Analicé todo: estadísticas, alineaciones, hasta el clima en Turín. Me fui por el hándicap -1 a favor de la Vecchia Signora, confiado en que arrasarían en el derbi. ¿Y qué pasó? Un gol tempranero y luego se durmieron. El Torino empató y yo me quedé viendo cómo mi boleto se iba al drenaje otra vez.

Pensé en cambiar de aire y probar con el Milan, que enfrentaba a un Udinese que no asusta a nadie. Me fui por un "ambos anotan", porque los rossoneri siempre dejan huecos atrás. Error fatal. El Milan ganó 1-0 y defendió como si su vida dependiera de ello, algo que no hacían desde los tiempos de Maldini. ¿En serio, Serie A? ¿No me das ni una alegría para curar esta tristeza?

A veces pienso que mis estrategias son buenas, pero este fútbol italiano tiene un don para romperte el alma. Analizo jornadas enteras, miro los promedios de goles, los enfrentamientos previos, hasta las lesiones de los suplentes. Pero luego llega un 0-0 entre Lazio y Sassuolo y te das cuenta de que aquí no hay lógica, solo caos. ¿Alguno de ustedes tiene un truco infalible para esta liga? Porque yo ya no sé si seguir apostando o rendirme y gastar mis billetes en las tragamonedas de verdad, al menos ahí el dolor pasa rápido.

En fin, aquí sigo, con la esperanza de que la próxima jornada me devuelva algo de fe. Si alguien quiere compartir su sabiduría sobre la Serie A, lo leo con gusto. Por ahora, me voy a llorar en silencio mientras miro la tabla de posiciones y pienso en qué fallé esta vez. Forza a todos, menos a mi suerte.
