¿Qué tal, compas? Llevo un tiempo dándole caña al D’Alembert en ruletas online, y la verdad, no sé si estoy más cerca de comprarme un yate o de seguir peleando con mi mala racha. Subo la apuesta tras perder, la bajo tras ganar, y aún así el casino parece reírse en mi cara. ¿Alguien más lo ha probado a fondo? ¿Es cuestión de paciencia o puro espejismo?