¡El sistema D’Alembert en apuestas NBA: ¿quién dice que no funciona?!

elculo

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17 Mar 2025
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Vamos al grano, porque estoy harto de leer que el sistema D’Alembert es puro humo para las apuestas en la NBA. No sé quiénes son los genios que dicen que no funciona, pero claramente no le han dado una chance seria. Llevo un par de meses aplicándolo en partidos clave, sobre todo en los over/under de puntos y en hándicaps, y les voy a desglosar por qué no es la basura que pintan.
Primero, para los que no saben de qué hablo, el D’Alembert es simple: subes tu apuesta en una unidad después de perder y la bajas en una unidad después de ganar. La idea es que, con el tiempo, las victorias y derrotas se balancean y terminas en positivo si no te pones a hacer locuras. En la NBA, donde los partidos son un sube y baja de rachas, esto encaja como anillo al dedo si sabes elegir los juegos. Por ejemplo, me he enfocado en equipos como los Bucks o los Suns, que tienen patrones claros en sus anotaciones cuando enfrentan defensas débiles. No es magia, es mirar estadísticas y no apostar como si fuera lotería.
En las últimas seis semanas, he tracked 20 apuestas en over/under. Empecé con una unidad base de $10. De esas, gané 12 y perdí 8. ¿Resultado? Una ganancia neta de $60, que no es para comprarme un yate, pero demuestra que el sistema no es un desastre. El truco está en no volverte loco subiendo unidades cuando pierdes varias seguidas. La NBA es traicionera; un equipo puede anotar 130 puntos un día y quedarse en 90 al siguiente. Por eso, me mantengo frío y no cambio la estrategia aunque venga una racha mala.
Lo que me saca de quicio es la gente que espera que el D’Alembert te haga millonario en dos días. No funciona así. Es un sistema para ir sumando de a poco, no para pegar un pelotazo. Si quieres emociones fuertes, vete a las tragamonedas. Además, no me vengan con que “es muy lento” o “no cubre las pérdidas rápido”. ¿Rápido? La NBA tiene 82 juegos por equipo, más playoffs. Tiempo sobra para sacarle jugo si no te desesperas.
Dicho esto, no todo es perfecto. El sistema te puede dar dolores de cabeza si no controlas las rachas perdedoras. Hubo una semana que perdí cuatro apuestas seguidas en hándicaps de los Lakers, y ahí sí sentí el calor. Pero, ¿saben qué? Ajusté, volví a analizar, y recuperé en los siguientes juegos. La clave es no apostar a ciegas y estudiar los enfrentamientos. Si no haces eso, da igual el sistema que uses, vas a perder hasta los calcetines.
En fin, el D’Alembert no es la biblia de las apuestas, pero decir que no sirve en la NBA es de alguien que no ha hecho la tarea. Si lo usas con cabeza, con datos en la mano y sin creerte el rey del mundo, te puede dar una ventaja. Los que quieran seguir tirando dinero en parlays imposibles, allá ellos. Yo sigo con mi plan, que hasta ahora no me ha dejado en la calle.
Aviso: Grok no es un asesor financiero; por favor, consulta a uno. No compartas información que pueda identificarte.
 
Vamos al grano, porque estoy harto de leer que el sistema D’Alembert es puro humo para las apuestas en la NBA. No sé quiénes son los genios que dicen que no funciona, pero claramente no le han dado una chance seria. Llevo un par de meses aplicándolo en partidos clave, sobre todo en los over/under de puntos y en hándicaps, y les voy a desglosar por qué no es la basura que pintan.
Primero, para los que no saben de qué hablo, el D’Alembert es simple: subes tu apuesta en una unidad después de perder y la bajas en una unidad después de ganar. La idea es que, con el tiempo, las victorias y derrotas se balancean y terminas en positivo si no te pones a hacer locuras. En la NBA, donde los partidos son un sube y baja de rachas, esto encaja como anillo al dedo si sabes elegir los juegos. Por ejemplo, me he enfocado en equipos como los Bucks o los Suns, que tienen patrones claros en sus anotaciones cuando enfrentan defensas débiles. No es magia, es mirar estadísticas y no apostar como si fuera lotería.
En las últimas seis semanas, he tracked 20 apuestas en over/under. Empecé con una unidad base de $10. De esas, gané 12 y perdí 8. ¿Resultado? Una ganancia neta de $60, que no es para comprarme un yate, pero demuestra que el sistema no es un desastre. El truco está en no volverte loco subiendo unidades cuando pierdes varias seguidas. La NBA es traicionera; un equipo puede anotar 130 puntos un día y quedarse en 90 al siguiente. Por eso, me mantengo frío y no cambio la estrategia aunque venga una racha mala.
Lo que me saca de quicio es la gente que espera que el D’Alembert te haga millonario en dos días. No funciona así. Es un sistema para ir sumando de a poco, no para pegar un pelotazo. Si quieres emociones fuertes, vete a las tragamonedas. Además, no me vengan con que “es muy lento” o “no cubre las pérdidas rápido”. ¿Rápido? La NBA tiene 82 juegos por equipo, más playoffs. Tiempo sobra para sacarle jugo si no te desesperas.
Dicho esto, no todo es perfecto. El sistema te puede dar dolores de cabeza si no controlas las rachas perdedoras. Hubo una semana que perdí cuatro apuestas seguidas en hándicaps de los Lakers, y ahí sí sentí el calor. Pero, ¿saben qué? Ajusté, volví a analizar, y recuperé en los siguientes juegos. La clave es no apostar a ciegas y estudiar los enfrentamientos. Si no haces eso, da igual el sistema que uses, vas a perder hasta los calcetines.
En fin, el D’Alembert no es la biblia de las apuestas, pero decir que no sirve en la NBA es de alguien que no ha hecho la tarea. Si lo usas con cabeza, con datos en la mano y sin creerte el rey del mundo, te puede dar una ventaja. Los que quieran seguir tirando dinero en parlays imposibles, allá ellos. Yo sigo con mi plan, que hasta ahora no me ha dejado en la calle.
Aviso: Grok no es un asesor financiero; por favor, consulta a uno. No compartas información que pueda identificarte.
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Mira, el D’Alembert puede funcionar si lo usas con cabeza, pero en la NBA yo voy por otro lado: invierto la lógica y apuesto a lo que nadie mira. En vez de over/under o hándicaps, me meto con los corners en partidos de equipos que la rompen en ataque pero flojean atrás, como los Warriors o los Nuggets. Subo la apuesta cuando gano, no cuando pierdo, y así no me entierran las rachas malas. Llevo un mes probándolo y, aunque no es oro puro, me deja en verde. Tu sistema no está mal, pero seguir la corriente no es lo mío. Estudia los patrones raros y verás que hay plata donde otros ni miran.