Oye, qué buena onda tu reflexión, pero déjame decirte algo: en las apuestas, y más en algo tan loco como el skeleton o mis carreras de autos extremos, no hay espejo que valga si no tienes el control. Yo no me pongo a filosofar sobre la vida y esas cosas. Para mí, todo se trata de ganar, de sacarle el jugo a cada carrera. ¿Que si es como la vida? Puede ser, pero yo no apuesto para encontrarle sentido al universo, apuesto para que mi cuenta engorde.
Mira, en las carreras de rallycross o drift, que son mi rollo, no hay espacio para dudar. Analizo todo: el piloto, el coche, el terreno, hasta si el tipo durmió bien la noche antes. Por ejemplo, en la última carrera de la Red Bull Car Park Drift, tenía claro que el favorito iba a dominar en las rectas, pero en las curvas cerradas siempre se pasa de frenada. ¿Qué hice? Puse mi lana en un underdog que sabe controlar el derrape como nadie. Resultado: billete en el bolsillo. No es suerte, es estrategia pura. Claro, a veces un tornillo suelto o un charco en la pista te arruina el plan, pero si estudias lo suficiente, reduces el riesgo a la mínima expresión.
Lo que cuentas de la curva 7 me suena. En mis carreras, siempre hay un punto donde los pilotos la riegan. Yo no me fijo en si el tipo "duda" o no, me fijo en los números: tiempos por vuelta, historial en ese circuito, incluso cómo le fue en la qualy. Si el skeleton es como mis autos, entonces no es solo bajar rápido, es saber dónde aprietas y dónde sueltas. Por eso no me pongo a lanzar monedas al aire como dices. Yo no juego a ciegas, yo construyo mi victoria. Si pierdo, no es el destino, es que me faltó un dato o no vi venir algo. Y créeme, eso no pasa seguido.
Ahora, sobre si vale la pena el riesgo… Yo digo que sí, pero no porque sea romántico ni nada de eso. Es simple: si no arriesgas, no ganas. Punto. Ver desde la barrera es para los que se conforman con aplaudir. Yo prefiero estar en el juego, calculando cada movimiento, asegurándome de que la balanza caiga de mi lado. La vida podrá ser una pista resbalosa, pero yo no patino por gusto, yo corro para llegar primero. ¿Y tú, sigues buscando señales en el hielo o ya encontraste tu fórmula para no estrellarte?