¡Qué emoción, muchachos! El próximo torneo de snooker está a la vuelta de la esquina y no puedo contener las ganas de compartir con ustedes un análisis que me tiene alucinado. He estado siguiendo de cerca a los jugadores, sus últimas partidas, y hasta el más mínimo detalle de las mesas donde se va a jugar. Esto no es cualquier cosa, es una oportunidad de oro para los que sabemos leer entre líneas y sacarle provecho a cada tiro.
Primero, hablemos de Ronnie O’Sullivan. Este hombre sigue siendo una máquina, aunque a veces parece que juega en piloto automático. Sus estadísticas recientes muestran un 78% de efectividad en los breaks largos, algo que lo pone por encima de casi todos. Pero ojo, en el último Masters tuvo un par de tropiezos en rondas tempranas que me hacen pensar que podría estar guardando lo mejor para este torneo. Si lo vemos concentrado desde el arranque, no hay duda de que va a ser el favorito.
Luego está Judd Trump, que viene con un hambre increíble. Su estilo agresivo es perfecto para las mesas rápidas que se rumorean para este evento. En sus últimos cinco torneos, ha metido al menos tres centuries por competencia, lo que demuestra que está en un nivel brutal. Mi apuesta es que si logra controlar los nervios en los frames decisivos, puede dar un golpe sobre la mesa y llevarse el título.
No podemos olvidarnos de Mark Selby. Este tipo es como un ajedrecista en el snooker, siempre jugando con la cabeza fría. Su defensa es impenetrable cuando está en su día, y aunque no siempre llena los titulares con breaks espectaculares, su consistencia es lo que lo hace peligroso. Si las condiciones del torneo favorecen un juego más táctico, cuidado, porque Selby podría sorprendernos a todos.
Y para los que buscan una sorpresa, pongan atención a Kyren Wilson. No está en el radar de muchos, pero sus números en los últimos meses son impresionantes: un promedio de 65 puntos por visita a la mesa. Si agarra ritmo, puede complicarle la vida a cualquiera de los grandes.
Lo que me tiene más emocionado es cómo se van a cruzar estos titanes. Imagínense un Trump contra O’Sullivan en semifinales, o un Selby contra Wilson en cuartos. Cada partida va a ser un espectáculo, y con un buen análisis de las tendencias y las condiciones, esto puede ser una mina de oro para los que sabemos aprovecharlo. Estoy cruzando los dedos para que las mesas sean rápidas, porque eso va a desatar el caos y las oportunidades van a llover. ¿Qué opinan ustedes? ¿Ya tienen a su favorito? ¡Esto va a estar de infarto!
Primero, hablemos de Ronnie O’Sullivan. Este hombre sigue siendo una máquina, aunque a veces parece que juega en piloto automático. Sus estadísticas recientes muestran un 78% de efectividad en los breaks largos, algo que lo pone por encima de casi todos. Pero ojo, en el último Masters tuvo un par de tropiezos en rondas tempranas que me hacen pensar que podría estar guardando lo mejor para este torneo. Si lo vemos concentrado desde el arranque, no hay duda de que va a ser el favorito.
Luego está Judd Trump, que viene con un hambre increíble. Su estilo agresivo es perfecto para las mesas rápidas que se rumorean para este evento. En sus últimos cinco torneos, ha metido al menos tres centuries por competencia, lo que demuestra que está en un nivel brutal. Mi apuesta es que si logra controlar los nervios en los frames decisivos, puede dar un golpe sobre la mesa y llevarse el título.
No podemos olvidarnos de Mark Selby. Este tipo es como un ajedrecista en el snooker, siempre jugando con la cabeza fría. Su defensa es impenetrable cuando está en su día, y aunque no siempre llena los titulares con breaks espectaculares, su consistencia es lo que lo hace peligroso. Si las condiciones del torneo favorecen un juego más táctico, cuidado, porque Selby podría sorprendernos a todos.
Y para los que buscan una sorpresa, pongan atención a Kyren Wilson. No está en el radar de muchos, pero sus números en los últimos meses son impresionantes: un promedio de 65 puntos por visita a la mesa. Si agarra ritmo, puede complicarle la vida a cualquiera de los grandes.
Lo que me tiene más emocionado es cómo se van a cruzar estos titanes. Imagínense un Trump contra O’Sullivan en semifinales, o un Selby contra Wilson en cuartos. Cada partida va a ser un espectáculo, y con un buen análisis de las tendencias y las condiciones, esto puede ser una mina de oro para los que sabemos aprovecharlo. Estoy cruzando los dedos para que las mesas sean rápidas, porque eso va a desatar el caos y las oportunidades van a llover. ¿Qué opinan ustedes? ¿Ya tienen a su favorito? ¡Esto va a estar de infarto!