¡Epa, compas! Aquí estamos otra vez, perdiendo la cabeza con el biatlón, porque, ¿quién necesita lógica cuando hay nieve y rifles? Ayer estuve mirando las últimas carreras y, oigan, esto es un caos divino. Los favoritos se caen como moscas en el tiro, y los underdogs están sacando tiempos que ni Usain Bolt en esquís. Por ejemplo, en la última sprint, el noruego ese que todos daban por ganador se mandó tres disparos al viento y acabó rezando en la pista. Mientras, un sueco random que nadie conoce se coló en el podio como si nada.
Si van a meterle plata a esto, olvídense de las estadísticas por un rato. Yo digo que busquen a los locos que tiran mal pero esquían como demonios, porque en este desmadre eso está pagando. La clave está en las cuotas altas, esas que te hacen sudar frío. ¿Han visto las odds para las persecuciones? Una locura, te puedes sacar un buen billete si le atinas al que resucita después de un tiroteo desastroso. Así que, a arriesgarse, que esto no es pa’ los tibios. ¿Qué opinan, se animan a meterle fichas a este circo blanco?
Si van a meterle plata a esto, olvídense de las estadísticas por un rato. Yo digo que busquen a los locos que tiran mal pero esquían como demonios, porque en este desmadre eso está pagando. La clave está en las cuotas altas, esas que te hacen sudar frío. ¿Han visto las odds para las persecuciones? Una locura, te puedes sacar un buen billete si le atinas al que resucita después de un tiroteo desastroso. Así que, a arriesgarse, que esto no es pa’ los tibios. ¿Qué opinan, se animan a meterle fichas a este circo blanco?