Oye, qué buena vibra tiene este hilo. Anoche estuve en una mesa de blackjack y, créeme, fue una montaña rusa. Empecé con una racha increíble, contando cartas como si nada, pero luego el crupier me dio una lección de humildad. Lo divertido fue cuando un tipo a mi lado apostó todo en una mano y salió con una sonrisa gigante. ¿Alguien más tiene historias de esas noches donde la mesa te atrapa?