Qué onda, banda, otra vez me pasó lo mismo este fin de semana. Estaba tan seguro con mi apuesta en el partido de los Lakers contra los Celtics, todo pintaba perfecto: LeBron encendido, el equipo con buen ritmo y las estadísticas de los últimos juegos dándome la razón. Hice mi análisis como siempre, revisé el promedio de puntos, los rebotes, las asistencias, incluso el historial de enfrentamientos entre ambos equipos. Todo indicaba que los Lakers cubrirían el hándicap de -5.5 sin problema. Pero no, otra vez los árbitros metieron la pata y arruinaron todo. Una falta técnica absurda en el último cuarto, un par de decisiones dudosas que le dieron tiros libres a Boston y, para rematar, una revisión eterna que cambió el ritmo del juego. Al final, los Celtics ganaron por 3 puntos y mi apuesta se fue al carajo.
No es la primera vez que me pasa esto. Siempre trato de tener en cuenta los factores clave: lesiones, rachas, cómo juegan de local o visitante, pero parece que no hay manera de predecir cuándo los árbitros van a decidir ser los protagonistas. Por ejemplo, el viernes pasado puse una combinada con los Nuggets y los Heat. Jokić estaba dominando, Miami defendiendo sólido, todo iba según el plan hasta que un silbatazo inventado le dio una posesión extra a los rivales de Denver y ahí se desmoronó el marcador. Perdí por dos puntos de diferencia. Dos puntos. Es frustrante porque uno se mata analizando números, viendo repeticiones, estudiando tendencias, y al final un tipo con un silbato te echa todo a perder.
No sé si soy el único al que le pasa, pero ya estoy harto de que mis apuestas en baloncesto fallen por cosas que no puedo controlar. ¿Alguien más está en las mismas o soy yo que tengo mala suerte con los partidos que elijo? A veces pienso en pasarme a la ruleta o al blackjack, al menos ahí no hay árbitros que te saquen de quicio. Pero luego me acuerdo de lo que me gusta el baloncesto y sigo intentándolo. Si alguien tiene un truco para lidiar con esto, que me lo pase, porque ya no sé si reír o llorar con estas derrotas.
No es la primera vez que me pasa esto. Siempre trato de tener en cuenta los factores clave: lesiones, rachas, cómo juegan de local o visitante, pero parece que no hay manera de predecir cuándo los árbitros van a decidir ser los protagonistas. Por ejemplo, el viernes pasado puse una combinada con los Nuggets y los Heat. Jokić estaba dominando, Miami defendiendo sólido, todo iba según el plan hasta que un silbatazo inventado le dio una posesión extra a los rivales de Denver y ahí se desmoronó el marcador. Perdí por dos puntos de diferencia. Dos puntos. Es frustrante porque uno se mata analizando números, viendo repeticiones, estudiando tendencias, y al final un tipo con un silbato te echa todo a perder.
No sé si soy el único al que le pasa, pero ya estoy harto de que mis apuestas en baloncesto fallen por cosas que no puedo controlar. ¿Alguien más está en las mismas o soy yo que tengo mala suerte con los partidos que elijo? A veces pienso en pasarme a la ruleta o al blackjack, al menos ahí no hay árbitros que te saquen de quicio. Pero luego me acuerdo de lo que me gusta el baloncesto y sigo intentándolo. Si alguien tiene un truco para lidiar con esto, que me lo pase, porque ya no sé si reír o llorar con estas derrotas.