Qué locura está siendo esta temporada de atletismo, ¿no les pasa? Llevo semanas intentando descifrar las apuestas en las competencias de pista y campo, pero siento que voy dando tumbos. Por ejemplo, en los 100 metros planos, los favoritos como Noah Lyles parecían una apuesta segura al inicio, con sus tiempos constantes y esa explosividad que todos conocemos. Pero luego llegan las sorpresas, como ese subcampeón inesperado en la última reunión de la Diamond League, y te das cuenta de que las variables son demasiadas. La forma física, el clima, hasta el tipo de pista influyen más de lo que uno quisiera admitir.
Intenté armar una estrategia basada en las estadísticas de los últimos meses: analizar los tiempos promedio, las rachas de victorias y las condiciones de cada evento. Por ejemplo, en los 400 metros con vallas, Karsten Warholm sigue siendo una máquina, pero si el viento está en contra o si viene de una semana cargada, sus odds no siempre justifican el riesgo. Y ni hablar de las apuestas en vivo, donde todo se pone aún más caótico. ¿Alguien más se siente perdido con esas fluctuaciones de cuotas cuando los corredores van a mitad de carrera?
Lo peor es que pensé que podía anticiparme a las lesiones o descansos, pero no hay manera. En los relevos 4x100, por ejemplo, los equipos cambian alineaciones a última hora y lo que parecía una victoria cantada se va al carajo. Creo que esta temporada me está enseñando que el atletismo es tan impredecible como cualquier tragamonedas en el casino. ¿Ustedes cómo le están haciendo para no salir mareados de esto? Porque yo ya no sé si soy malo analizando o si simplemente este deporte me está tomando el pelo.
Intenté armar una estrategia basada en las estadísticas de los últimos meses: analizar los tiempos promedio, las rachas de victorias y las condiciones de cada evento. Por ejemplo, en los 400 metros con vallas, Karsten Warholm sigue siendo una máquina, pero si el viento está en contra o si viene de una semana cargada, sus odds no siempre justifican el riesgo. Y ni hablar de las apuestas en vivo, donde todo se pone aún más caótico. ¿Alguien más se siente perdido con esas fluctuaciones de cuotas cuando los corredores van a mitad de carrera?
Lo peor es que pensé que podía anticiparme a las lesiones o descansos, pero no hay manera. En los relevos 4x100, por ejemplo, los equipos cambian alineaciones a última hora y lo que parecía una victoria cantada se va al carajo. Creo que esta temporada me está enseñando que el atletismo es tan impredecible como cualquier tragamonedas en el casino. ¿Ustedes cómo le están haciendo para no salir mareados de esto? Porque yo ya no sé si soy malo analizando o si simplemente este deporte me está tomando el pelo.