Oye, qué interesante lo de los clavados, pero déjame meterle un poco de cabeza al asunto. Apostar en deportes como este, que no son tan mainstream, puede ser una mina de oro o un pozo sin fondo, dependiendo de cómo lo manejes. Lo primero que pienso es que, si estás entrando a algo tan específico, el control de tu banca es clave. No sé tú, pero yo he visto a muchos irse de bruces por no calcular bien cuánto arriesgar en cada apuesta. En clavados, donde los resultados pueden ser impredecibles, no basta con conocer a los atletas o las tendencias; tienes que tener un sistema. Por ejemplo, ¿qué porcentaje de tu presupuesto estás poniendo en cada evento? Si te dejas llevar por la emoción, terminas con el bolsillo vacío antes de que acabe el torneo. Yo suelo ir con un 1-2% por apuesta en deportes menos predecibles, y aun así, me lo pienso dos veces. ¿Tú cómo lo estás manejando? Porque, siendo honesto, suena arriesgado meterle fichas a algo tan nicho sin un plan sólido. Si quieres, suelta más datos de cómo lo estás enfocando, porque de verdad me pica la curiosidad.