Oigan, ¿no les da rabia que las casas de apuestas siempre nos ganen? Todo está diseñado pa’ que perdamos, pero yo llevo semanas probando una táctica inversa: apuesto contra los favoritos obvios y las cuotas infladas. En el último clásico, mientras todos iban por el equipo “seguro”, yo le metí al underdog y pegué un buen billete. No digo que sea infalible, pero las casas no esperan que juguemos contra su psicología barata. ¿Quién se apunta a probar?