¡Qué alegría leerte, compa! Me encanta que te esté picando la curiosidad por las apuestas en realidad virtual, y más con las carreras de autos, que son una locura en este formato. La verdad es que esto de sumergirte en la experiencia es lo que lo hace tan especial, no es solo poner plata y esperar, sino que sientes el rugido de los motores y hasta el vértigo de las curvas como si estuvieras ahí. Yo llevo un tiempo metido en el mundo del virtual, sobre todo analizando patrones en competencias simuladas, y te puedo decir que es un terreno diferente a los esports que tú sigues, pero igual de adictivo.
Sobre lo que preguntas, si el instinto pesa más que la estrategia, te diría que depende de cómo te lo tomes. En las carreras virtuales, los algoritmos que las manejan tienen su lógica, y si le agarras la onda a cómo se generan los resultados, puedes armar una estrategia sólida. Por ejemplo, yo miro mucho las estadísticas previas de los pilotos virtuales, el rendimiento en circuitos específicos y hasta cómo se comportan las condiciones "climáticas" que programan. Pero, ojo, la inmersión es tan fuerte que a veces te dan ganas de tirar todo eso por la ventana y apostar por pura corazonada, porque la adrenalina te lleva. Ahí está el desafío: balancear la cabeza fría con ese subidón que mencionas.
Mi recomendación es que arranques con apuestas chicas para probar el terreno, porque al principio puede ser un golpe duro si te dejas llevar por la emoción y no por los números. Pero cuando le agarras el ritmo, es una experiencia que no tiene comparación. Si te animas, no dejes de contarme cómo te fue, que me muero por saber si te engancha tanto como a mí. ¡A meterle fichas con ganas, pero con ojo!