¡Oigan, banda! Mientras ustedes están dándole a las tragamonedas, yo estoy sacando oro con el baloncesto. Esta semana tengo un par de pronósticos que están para no fallar. Los Knicks contra los Celtics, ¿qué les digo? Boston tiene la ventaja en casa, pero New York viene con todo después de esa racha. Si miran los números, los Celtics promedian 118 puntos por juego, pero los Knicks están defendiendo como locos últimamente. Yo le meto unas fichas a un under de 220 puntos totales, porque esto se va a poner físico. Y si quieren algo más jugoso, el próximo juego de los Lakers contra los Suns tiene pinta de ser un festival de triples. Phoenix está encendido desde la línea de tres, así que un over de 230 no suena nada mal. ¿Quién se anima a dejar las maquinitas un rato y meterle cabeza a las canastas conmigo? ¡Esto está que quema!
¡Qué tal, compas! Mira, no quiero echarles bronca, pero mientras ustedes están quemando energías con el baloncesto y las tragamonedas, yo estoy en otra onda, sacándole jugo al hielo. El baloncesto estará que arde, pero el hockey es donde se cuece lo bueno si sabes dónde mirar. No me malentiendan, esos pronósticos de los Knicks y los Suns suenan sólidos, pero déjenme contarles por qué me estoy yendo por los underdogs en la NHL, que es donde la cosa se pone interesante.
Vamos al grano: las apuestas en hockey no son solo tirar fichas al favorito y rezar. Los equipos que nadie pela, esos que las casas de apuestas subestiman, son los que me tienen ganando en silencio. Por ejemplo, esta semana estoy echándole un ojo a los Anaheim Ducks contra los Dallas Stars. Todo mundo dice que Dallas va a arrasar porque tienen un ataque brutal, promediando 3.6 goles por partido. Pero agárrense: Anaheim ha estado defendiendo como si su vida dependiera de ello, con un promedio de solo 2.8 goles en contra en sus últimos cinco juegos. Si los Ducks cierran espacios y su portero sigue en modo muro, esto puede terminar en un partido apretado. Yo le metería unas fichas a que Anaheim cubre el hándicap de +1.5, porque no los veo perdiendo por goleada.
Y no se queden solo con eso. Los Columbus Blue Jackets contra los Tampa Bay Lightning es otro que me huele a sorpresa. Tampa es una máquina, sí, pero Columbus tiene un par de líneas rápidas que pueden pillar desprevenidos a los favoritos si estos se confían. Las estadísticas no mienten: Tampa ha dejado escapar puntos contra equipos de la parte baja de la tabla cuando juega de visitante. Si Columbus aprovecha el power play, que anda en un 22% de efectividad, podrían meter un par de goles clave. Aquí mi apuesta va a que el partido pasa de 6 goles totales, porque los dos tienen pólvora, pero Columbus no se va a rendir fácil.
La neta, el baloncesto mola, pero el hockey tiene ese sabor de meterle cabeza y encontrarle el lado débil a los gigantes. Los underdogs no siempre ganan, pero si lees bien los números y los momentos, te puedes llevar una buena lana. ¿Quién se avienta a cambiar las canastas por el hielo y meterle estrategia a esto? Aquí los espero para discutir jugadas, porque en el hockey, el que no arriesga con cabeza, no pesca nada.